El Gobierno no dejó pasar el aviso de Irán acerca de que “la Argentina ha entrado en un juego peligroso”: la Cancillería le transmitió ayer al encargado de Negocios de ese país en Buenos Aires, Mohsen Baharvand, que considera “inaceptables” los términos en que el representante argentino en Teherán, Mario Quinteros, fue citado ante la decisión de la Justicia de disponer la captura del ex presidente iraní Alí Bahramaie Rafsanjani y otros siete sospechosos por el atentado a la AMIA. También se le expresó a Baharvand la “preocupación” argentina por la iniciativa de la administración iraní de revisar históricamente al Holocausto.

El encargado de Negocios de Irán en Buenos Aires concurrió a la Cancillería a las cuatro de la tarde. Lo recibió el director general de Política Exterior, Luis Cappagli, y en veinte minutos le hizo saber del malestar argentino por los términos de la citación a Quinteros del último fin de semana.

La Cancillería consignó en un comunicado que Cappagli le manifestó a Baharvand “preocupación y sorpresa” por esa actitud y le reiteró que “no existen nuevos elementos para que el gobierno de Irán efectúe una protesta como la presentada ante el encargado de Negocios de la Argentina”. El funcionario insistió también en “la conveniencia de mantener abiertos los canales diplomáticos como forma de superar la tensión por la que atraviesan las relaciones bilaterales”. El iraní respondió que Teherán “valora las relaciones bilaterales” con la Argentina y coincidió “en la importancia de continuar el diálogo diplomático”.

El comunicado de la Cancillería destaca el hecho de que el parte del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán que dio cuenta de la convocatoria a Quinteros haya sido difundido por la agencia oficial de noticias de ese país. Es ese texto, firmado por el director general del Departamento de Asuntos de América iraní, Ahmad Sobbani, el que pone en aviso al presidente Néstor Kirchner de que la “Argentina ha entrado en un juego peligroso”. También sostiene que “en el caso AMIA se está utilizando el guión sionista para dañar la imagen de Irán” y acusa a “algunas autoridades de Buenos Aires” de haber “lanzado nuevamente acusaciones sin fundamento contra la república islámica y sus dignatarios”.

La posición que fijó Sobbani es similar a la que hace un par de semanas planteó Baharvand ante el juez Rodolfo Canicoba Corral, autor de los pedidos de captura de Rafsanjani y los demás funcionarios iraníes. En esa oportunidad, el encargado de Negocios de Irán en Buenos Aires insistió en que su país nada tuvo que ver con el ataque a la AMIA.

Cappagli también le manifestó a Baharvand la “preocupación” de la Argentina por la revisión del Holocausto que alienta Teherán. El director general de Política Exterior de la Cancillería le recordó la declaración de la Task Force sobre el Holocausto que se realizó a principios de mes en Budapest, en la que se señaló que “sin duda es la forma más extrema de genocidio conocida” y que negarlo entra en “contradicción con el sentir de la comunidad internacional”.