Luego de muchas idas y vueltas, la ministra de Defensa, Nilda Garré, confirmó que el presidente Néstor Kirchner encabezará hoy el acto central por el 25º aniversario de la guerra de Malvinas que se realizará en Ushuaia. Hasta el sábado, la presencia del Presidente era puesta en duda dado que se pensaba que su aparición serviría para que los gremios docentes patagónicos que se encuentran en conflicto complicaran la conmemoración, pero a última hora esos resquemores fueron dejados de lado. Los funcionarios nacionales comenzaron a llegar ayer al sur –como fue el caso de Garré y el canciller Jorge Taiana– donde participaron de la emotiva vigilia que organizó el Centro de Veteranos de Guerra.

La mejor pista la había dado el gobernador de Tierra del Fuego, Hugo Cóccaro, quien, con alguna lógica, había sostenido que el Presidente debía enfrentar a diario protestas en la Plaza de Mayo por lo que no tenía mucho sentido que esquivara a una acotada manifestación de docentes en el sur. Sin embargo, los mayores temores del Gobierno no pasaban porque hubiera protestas sino porque se produjeran incidentes entre los gremios docentes y asociaciones de ex combatientes o simpatizantes oficialistas que se enojaran por ver perturbada la paz de la conmemoración.

En algún momento, incluso, circuló la posibilidad de que el Presidente optara por viajar a Monte Caseros, Corrientes, para celebrar allí el acto. Pero ayer quedó claro que todo eso no eran más que maniobras de distracción para evitar que los gremios en conflicto armaran una protesta. Cuando Garré fue consultada sobre si Kirchner viajará a Ushuaia junto a su vice Daniel Scioli y muy probablemente la senadora Cristina Fernández, la ministra respondió “sí”.

La presencia de Kirchner coronará las conmemoraciones que arrancaron ayer en Tierra del Fuego. Desde temprano los organizadores del Centro de Veteranos de Guerra estuvieron recibiendo delegaciones visitantes de ex combatientes y brindándose a los cientos de visitantes que asisten al evento. Una de las actividades fue la colocación de nuevas placas en el monumento a las Islas Malvinas, instalado frente al mar en el centro de Río Grande.

Al lado del monumento de paredes blancas y una bandera argentina en el centro, instalaron una gran carpa donde se aprestaban a pasar la noche de vigilia, hasta el desfile y el acto de hoy.

Durante el día, cientos de personas asistieron a las proyecciones de documentales, compraron gorras y remeras del Centro de Veteranos, y se sacaron fotos con ex combatientes, junto al monumento. Por la noche estaba prevista la realización de un acto, con un minuto de silencio a la medianoche.

En Ushuaia, 260 kilómetros más al sur, se vivió algo similar, en una carpa también junto al monumento: una gran pared de cemento y arcilla con las islas caladas, rodeado de los escudos de todas las provincias argentinas. De todos modos, las mayores expectativas están puestas en el acto y desfile de hoy, la conmemoración más tradicional de Ushuaia.

Por otro lado, el ministerio de Educación, que encabeza Daniel Filmus, y el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, que conduce Jorge Telerman, hoy también realizarán actos recordatorios.