Jueves, 6 de diciembre de 2007 | Hoy
Por “más verdad, más justicia, más salud, más educación, más inclusión y más redistribución de la riqueza”, los organismos de derechos humanos iniciaron la 27ª Marcha de la Resistencia. Termina hoy a las 18.
Piedras y Avenida de Mayo, cinco y media de la tarde. La batucada se escuchaba de lejos. Era el comienzo de una nueva Marcha de la Resistencia. La bandera con las caras de los desaparecidos se extendía por casi una cuadra en manos de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, Abuelas, Familiares de Desaparecidos y detenidos por razones políticas, H.I.J.O.S. y Herman@s. Con el sol de espaldas, empezaron a caminar rumbo a la plaza por el centro de la avenida. “Por los 30 mil compañeros desaparecidos y la aparición con vida de Jorge Julio López”, era la consigna. “Vamos por más –agregaron–, más verdad, más justicia, más salud, más educación, más inclusión y más redistribución de la riqueza.” Pasadas las seis entró la bandera al círculo de blanco de la plaza con el canto de “Olé, olé, olé, olá... como a los nazis, les va a pasar... a donde vayan los iremos a buscar”. Una radio abierta, un video sobre los secuestros de la Iglesia de la Santa Cruz, las presentaciones de Quillango, Arbolito, Víctor Heredia, Horacio Fontova, Verónica Condomí y Peteco Carabajal completaron la primera parte de las 24 horas de ronda a la Pirámide de Mayo que concluirá hoy a las 18.
La gente se detenía a mirar sorprendida. Se apoyaba sobre los árboles, se quedaba inmóvil antes de entrar a la boca del subte. Los bocinazos de los que se encontraron con el tránsito interrumpido y las decenas de cámaras y camaritas de extranjeros y argentinos completaban un paisaje urbano atípico. La 27ª Marcha de la Resistencia regó la plaza desde la mañana con carpas de los distintos organismos de derechos humanos. “Qué emoción”, dijo en voz baja una mujer mientras se llevaba su cámara de fotos al pecho. Había presenciado el ingreso de las Madres a la plaza.
A las 18.30 fue la primera ronda a la Pirámide. “Pedimos que se unifiquen los juicios por centro (clandestino de detención), y que no sigan insistiendo con exponer a los testigos, ya pagamos muy caro con la desaparición de Jorge Julio López”, reclamó Nora Cortiñas, de la Línea Fundadora de Madres. “Los tiempos se nos acortan y nosotros queremos ver la verdad y la justicia cuanto antes, porque los represores se están muriendo cómodamente en sus camas”, completó.
Desde el escenario tres alumnos de escuelas secundarias leyeron poesías de Almafuerte, Bertolt Brecht y Miguel Hernández. “Hay que seguir”, alentaban a Estela de Carlotto, presidente de Abuelas. “Hay que seguir...”, asintió ella. El artista plástico León Ferrari llegó con su bastón de madera y recorrió la lista de nombres y fotos pegadas a la reja que protege la Pirámide de Mayo. Se detuvo un instante cuando llegó al nombre de Ariel Adrián Ferrari, desaparecido en febrero del ’77.
Las carpas alrededor de la plaza parecían los puestos de una feria. Las agrupaciones, Quebracho, MST, Libres del Sur y G.E.N. se mezclaban con las banderas de los pueblos originarios, Hijos e Hijas del Exilio, Indec en lucha o los trabajadores del subte. A la izquierda del escenario, se exponía un panel con las fotos de los represores que actuaron en la Escuela de Mecánica de la Armada, donde ahora funciona el Espacio para la Memoria. La recorrida incluía afiches, recortes de diarios, convocatorias de marchas de años anteriores, imágenes de los responsables de la dictadura militar, entre otros. Acostado en el piso, un nene dibujaba garabatos en una hoja sobre las baldosas pintadas con los pañuelos blancos. La marcha “se ha convertido en una herramienta política con la que seguiremos nuestra lucha hasta que los responsables del genocidio nos digan qué pasó con cada uno de nuestros hijos”, dijo Tati Almeyda, integrante de Madres.
A las 19.30 se les dio un comienzo formal a las actividades. Cristina Muro, integrante de Familiares, comenzó una radio abierta con la participación de dos sociólogos que debatieron sobre “los paradigmas de los ’70”. “El genocidio se planifica mucho antes y no sólo con instrumentos ilegales, sino utilizando también instrumentos legales como el decreto de aniquilamiento de la subversión o incluso después, con los indultos y las leyes de obediencia debida y punto final, afortunadamente derogadas recientemente”, reflexionó Inés Izaguirre, una de las invitadas por el organismo con el fin de reivindicar la lucha de los desaparecidos. “El conocimiento verdadero es revolucionario”, concluyó.
Al cierre de esta edición los artistas estaban sobre el escenario y luego se preveía la proyección de películas bajo la idea “nuevos directores, la misma memoria”. Las actividades se reiniciarán hoy a las 11.30 con una exposición sobre “los reclamos de hoy” y a las 13 se realizarán baldosas con nombres de los desaparecidos. Después continuará un espectáculo de danza a cargo de Hijos e Hijas del Exilio y, para cerrar, abogados de organismos de derechos humanos explicarán el estado actual de las distintas causas judiciales. Antes de las 18, los cinco organizadores leerán un documento consensuado.
Informe: Sebastián Abrevaya.
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