La Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN) polemizó ayer con la jueza Sandra Arroyo a raíz del trabajo realizado en el jurado durante los sábados, domingos, feriados y fuera del horario habitual de los tribunales. Los dirigentes gremiales, liderados por Julio Piumato, se hicieron presentes en el juzgado a raíz de una denuncia del personal que, según consta en una nota enviada a Página/12, “fue obligado por la jueza a trabajar sin cumplir con la normativa vigente, es decir informar a la Cámara de San Martín sobre la habilitación de día con horario fuera del habitual”. La UEJN no se refería a la jueza ni a sus secretarios ni prosecretarios, sino al resto del personal del juzgado. Inicialmente, en las oficinas de la jueza Arroyo hubo palabras de queja y extrañeza –publicadas por este diario– a raíz de la presentación sindical, ya que “jamás se hizo en casos como el de la AMIA o en juicios que duran a veces hasta la medianoche”. El entredicho quedó zanjado. Arroyo notificó a la Cámara sobre el trabajo fuera de horario para que resuelva si corresponde el pago de horas extra, compensaciones salariales o francos. Además, la UEJN manifestó que “ha sido históricamente una defensora de los derechos humanos. De ninguna manera puede afirmarse o sugerirse que esta asociación esté en contra del accionar de la Justicia. Muy por el contrario, seguimos reafirmado nuestro compromiso con la transformación de la Justicia. Nuestra consigna es derechos humanos para todos, ayer, hoy y siempre”.