Luego del premeditado silencio que siguió a la reunión con Cristina Fernández de Kirchner, Hugo Moyano salió ayer a cosechar los réditos del encuentro. En cada una de sus apariciones dijo sentirse “muy conforme”, y contó que la mandataria instó a los gremialistas a “cuidar” lo logrado en la gestión kirchnerista pasada. “Está totalmente descartado un desborde salarial porque somos responsables y porque es un pedido de la Presidenta”, insistió el camionero, al mismo tiempo que confirmaba que la convocatoria al Consejo del Salario Mínimo será recién en julio y precisaba que con CFK no se discutieron porcentajes, pisos ni techos de futuros aumentos. Desde el Gobierno elogiaron la prudencia de la CGT y negaron haber pedido “mesura o cordura” a los reclamos sindicales. Como sea, de uno y de otro bando el balance de la cumbre fue considerado como “positivo”.

En sus primeras declaraciones, Moyano se preocupó por destacar la “buena predisposición” de CFK para discutir una agenda que, además de la cuestión salarial, abordó temas como un pedido de aumento para jubilados y pensionados, las asignaciones familiares, el trabajo en negro, el mínimo no imponible para el tributo a las Ganancias y la situación de los monotributistas, entre otros puntos. Consultado sobre las versiones de un posible adelantamiento de la convocatoria del Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil, el dirigente de la CGT aseguró que “los plazos se respetan”, por lo que confirmó que será recién a partir de julio. Aclaró, sin embargo, que las paritarias de cada gremio se celebrarán según cómo vayan avanzando las negociaciones.

“La Presidenta nos mostró mucha firmeza y mucha confianza en ella y en el país en los próximos años. Así que esto nos dio la tranquilidad de que las cosas van a ir mejorando, como ha venido ocurriendo en los últimos años paulatinamente para los trabajadores”, aseguró el líder cegetista. En la misma línea, del lado del Gobierno, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, saludó la postura sindical, “una posición de absoluta prudencia”. “Acompañaron el crecimiento, demandando lo que tienen que demandar que es una mejor situación para los que representan”, felicitó. Aunque no todo fue armonía. Mientras Moyano ratificaba las palabras del martes del secretario adjunto de la central, José Luis Lingeri –quien había señalado que la Presidenta pidió “mesura y cordura” en las próximas paritarias–, en declaraciones radiales Fernández brindó otra versión: “Yo leí esta mañana que Cristina Kirchner le había puesto límites a la CGT, a la pretensión de los sindicalistas”, dijo para sostener luego que “en verdad” los gremialistas “expresaron su compromiso de seguir acompañando” el modelo económico. Entonces, el jefe de la central sindical modificó su discurso y comenzó a poner el acento en el pedido de la mandataria de “responsabilidad” y de “cuidado” de lo obtenido en los últimos cuatro años y medio.

La comparación surgió inevitable. En tono distendido y con algún resabio nostálgico, Moyano se tomó un tiempo para recordar la época en que el trato con Néstor Kirchner se daba “en mayor confianza”. “Con Cristina no se puede hablar de fútbol”, bromeó el dirigente. Sin embargo, narró cómo el trato con la mandataria se fue distendiendo: “En los comienzos se trató de una reunión en la que se respetó la investidura, hasta que apareció el militante. Y como la Presidenta fue militante durante su vida y nosotros también, con mucha prudencia, responsabilidad y respeto se fueron planteando los temas a lo mejor un poquito fuera de protocolo”, añadió.

Moyano, por otro lado, aprovechó la ocasión para volver a brindar su apoyo a la iniciativa del ex presidente de reorganizar al Partido Justicialista: “Kirchner es el hombre que puede aglutinar a la inmensa mayoría del peronismo y que puede darle un protagonismo en serio. Algo que no sea como esto –analizó–, que en este momento está todo anarquizado”.