El Ministerio de Relaciones Exteriores reconoció ante el juez en lo penal económico Marcelo Aguinsky que no informó a la Aduana que las Hummer y los demás vehículos de alto costo no podían ser ingresadas por diplomáticos, dado que existía una circular que establecía que eran “manifiestamente inadecuados” para las funciones diplomáticas. En una nota remitida al magistrado, firmada por la titular de la Dirección General de Asuntos Jurídicos, Paula Sidoti, le informó “en cuanto a la publicidad dada a dicha normativa (...) que no se ha comunicado oficialmente a la Administración Nacional de Aduanas, ni ha sido publicada en el Boletín Oficial”. Esto fue así, dado que se trataba de una disposición de la Cancillería, de carácter reservado e interno. La funcionaria también envió al juez las reiteradas circulares diplomáticas en las que se advertía a las embajadas que no estaba permitido ingresar con franquicia diplomática esos vehículos de alto valor y poco uso práctico para las tareas de los funcionarios.

Así se los hizo saber, por ejemplo, en las circulares 3 del 2007 y 6 del 2000, que remitió la dirección de Ceremonial de la Cancillería. En ambas, reiteró que “no se darán curso a las solicitudes para el ingreso con franquicia diplomática de automóviles ‘coupe’, dos puertas, deportivos y otros cuyas características o modelos respondan a las clasificaciones de descapotables, cabriolet, sport”. A la resolución de 2000, se agregó en la de 2007 una línea más, de particular importancia para el caso: “Y se agrega la categoría de los vehículos todo terreno de grandes dimensiones (Hummer H1 y H2)”.

En mayo del año pasado, la dirección de Ceremonial les recordó a los embajadores que “estos vehículos manifiestamente no se adecuan a la utilización para funciones oficiales o de representación, atento que el fundamento de la exención impositiva responde al objetivo de asegurar el buen desempeño de sus funciones”. Sin embargo, como notificaron al juez Aguinsky, la Aduana nunca tuvo conocimiento de que existía esta prohibición para los ingresos con franquicia diplomática, y así las Hummer lograron entrar al país, pese a que son un vehículo difícilmente utilizable en la ciudad por su gran tamaño.