ESPECTáCULOS
Valió la pena esperar: llegó lo más notable del cine del Lejano Oriente
Tres films de ese origen, uno chino, otro coreano y otro tailandés, se suman desde hoy a la interesante competencia oficial.
Por Horacio Bernades
Cosa rara en un festival que siempre se caracterizó por la fuerte presencia de cine asiático, el Bafici 2003 no había presentado hasta ahora ninguna película de ese origen. Tal vez fue una forma de generar expectativa, porque en estos días se descargan, de un solo golpe y para felicidad del público adicto, tres de las cuatro películas orientales que participan este año de la competencia oficial. Valió la pena la espera: tanto el film chino Mang jing como la coreana Jiltoo-neun na-e Him (Jealousy is My Middle Name, en inglés) como la tailandesa Sud Sanaeha (Blissfully Yours) confirman que buena parte del cine más rabiosamente original, arriesgado y sorprendente de hoy en día proviene de aquellos lejanos confines.
Rabioso y sorprendente es, qué duda cabe, el comienzo de Mang jing. Tres mineros conversan amigablemente en el fondo de un socavón. De pronto sobreviene una discusión y ésta es resuelta súbitamente mediante un golpe de pico, que uno de ellos le clava mortalmente a otro en la cabeza. Pronto se develará que no se trató de un arrebato de furia, sino de la pura mecánica constitutiva del “sistema de trabajo” de dos de ellos, que viven de eso. La fórmula es así: los dos socios le consiguen trabajo a un tercero, lo hacen pasar por pariente de uno de ellos y luego lo asesinan, para poder cobrarle así su silencio al dueño de la mina. Cruel y ruin de por sí, la situación terminará de ponerse espesa cuando aparezca la siguiente víctima, un pobre chico del interior a quien su padre no puede pagarle los estudios, y que en su total ingenuidad aparece como el candidato ideal.
Nada había preparado al público a enfrentarse con una película china tan rugosa, sucia y perversa como esta opera prima de Li Yang, que en su currículum ostenta estudios de literatura alemana y teoría dramática en una universidad de Munich. Basada en una novela y ganadora del Oso de Plata en la más reciente edición del Festival de Berlín, es inevitable no asociar a Mang Jing con referentes aparentemente extraños a la cultura china, desde el más sórdido cine negro estadounidense hasta ciertos cuentos crueles anglosajones. Y, sin embargo, allí están esas minas de carbón dándole combustible a la ex China comunista, y esa ambición por la riqueza rápida y sin escrúpulos, algo propio de una sociedad en meteórica transición hacia el más salvaje de los capitalismos.
Antes de su debut, Park Chanok, realizadora de Jealousy is My Middle Name (premiada en febrero pasado en el festival de Rotterdam) fue asistenta de dirección del maestro Hong Sang-soo en La virgen desnudada por sus pretendientes, vista un par de años atrás en el Bafici. No se trata de un dato insignificante, ya que su opera prima comparte con los films de este cineasta (de quien en otra sección del festival pueden verse The Day A Pig Fell into a Well y su flamante Turning Gate) una concepción del cine como fino arte de construcción de las más complejas relaciones humanas. Con total seguridad de medios y un sorprendente comando de todos los resortes narrativos, Park Chanok construye su red alrededor de un personaje que, lenta pero indefectiblemente, tiende a ocupar el papel de hijo, no de una sino de varias familias disfuncionales. Hay una desesperación latente en esta película de superficie tan mansa como las aguas de un lago, en el que todo se resuelve por implosión, de modo no por secreto menos inapelable.
Premiada en Cannes 2002, Blissfully Yours es la segunda película del impronunciable cineasta tailandés Apichatpong Weerasethakul (la primera, Mysterious Object at Noon, puede verse en otra sección del Bafici). Se trata de uno de esos films que parecerían hallarse en permanente estado de mutación, llevando al espectador a los terrenos más imprevisibles. Comienza como una comedia disfuncional de equivocaciones, con variosmiembros de una familia intentando resolver la extraña enfermedad dermatológica de quien resulta ser un inmigrante ilegal birmano (de allí que en el consultorio se haga pasar por mudo, para que el acento no lo denuncie). Allá por los 45 minutos de proyección, irrumpe un conocido tema pop de los años 60 (en versión oriental) y sobrevienen los títulos, a los que se hace difícil llamar “de presentación”.
De allí en más, Blissfully Yours deriva en una exaltación del amor erótico en medio de la naturaleza (¿con ecos de Adán y Eva en el paraíso?), hasta terminar en un larguísimo plano extático (y estático) que está, al mismo tiempo, al borde de lo porno. Blissfully Yours es, de alguna manera, indescriptible, imposible de ser plenamente puesta en palabras. Se supone que es lo que ocurre con toda gran película.
Mang Jing se verá hoy a las 22 en el Hoyts 10, mañana a las 14.30 en el Hoyts 11 y el jueves a las 18 en el cine Cosmos. Jealousy is My Middle Name, hoy a las 16.45 en el Hoyts 10 y mañana a las 16.45 en el Hoyts 9. Blissfully Yours, hoy a las 22.30, mañana a las 15 y el jueves a las 14, siempre en el Hoyts 10.