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La famosa cantante de jazz estadounidense Nina Simone murió ayer a los 70 años de edad en el sur de Francia, donde residía hacía ocho años, según informó su agente Clifton Henderson. El agente dijo en Nueva York que la intérprete “estaba enferma desde hace tiempo”, pero se negó a ahondar en precisiones. La artista negra se convirtió en famosa muy joven por sus interpretaciones de canciones del movimiento por los derechos civiles y por sus versiones de diferentes temas del compositor George Gershwin, entre ellos “I Love You Porgy”, de 1959. Canciones comprometidas como “Mississippi Goddamn” y “Old Jim Crow” la convirtieron en un referente dentro del mundo del jazz para las conciencias libres de todo el planeta.
Su verdadero nombre era Eunice Kathleen Waymon y había nacido el 21 de febrero de 1933 en Tryon (Carolina del Norte), una zona segregacionista. Simone, quien residió en Africa y el Caribe antes de recalar en Francia, donde tuvo siempre un público fervoroso, vivía fuera de Estados Unidos por el “racismo latente” que, denunciaba, había en su país natal. “Ahora es peor que antes, porque es más larvado”, dijo en una entrevista hace tres años. Simone había estudiado piano en Julliard, la prestigiosa escuela de música de Nueva York, desde los siete años, algo inusual para una mujer negra de su época. Su exquisita preparación musical y una voz impresionante le permitieron dominar los estilos clásicos, el jazz, el soul y el gospel y cosechar fama en todo el mundo con títulos como los mencionados o sus versiones de “I Put a Spell on You”, “My Baby Just Cares for Me” e incluso “Ne me quitte pas” del francés Jacques Brel, entre otras.