ESPECTáCULOS › ENTREVISTA A MONA MONCALVILLO, DIRECTORA DE RADIO NACIONAL
“Quiero hacer una radio en serio”
La periodista y flamante funcionaria habla de sus proyectos y desafíos para mejorar una emisora que arrastra múltiples problemas. “Tengo un compromiso ideológico con lo que es estatal”, señala.
Por Angel Berlanga
“Esto es Radio Nacional: acá está la soberanía tan declamada”, dice sonriente en su despacho Mona Moncalvillo, y extiende su brazo para señalar un mapa de la Argentina. Por allí se desparraman los 74 círculos que signan la ubicación de las sedes de la emisora en lugares como Gobernador Gregores, en el medio de Santa Cruz, o La Quiaca, en Salta. “Hace poco más de una semana que asumí, pero parecen diez años: he hecho de todo. A la noche estoy aniquilada, me paso entre 14 y 16 horas acá... pero estoy contenta”, dice esta periodista con 33 años de trayectoria, reconocida entrevistadora, y sigue sonriente. Su referencia a “soberanía” es potencial, claro, porque la radio está enclenque por donde se la mire y hay problemas de añares: equipamiento obsoleto, enormes deficiencias salariales, falta de personal idóneo, vaciamiento, a la deriva en perfil y contenidos.
“Acabo de elevar un listado de gastos mínimos indispensables, para válvulas, equipamiento, computadoras: son 2.400.000 pesos. No es tanta plata. Siempre se ha tenido la idea de que todo lo estatal es una caja negra: ‘Metan la mano, que total no se nota’. Y no es así: nosotros tenemos que administrar el dinero de la gente. Desde lo estatal van a salir las soluciones para los que menos tienen, léase Educación, Justicia, Salud, Vivienda. La comunicación también es un derecho humano que, al igual que otros, está vilipendiado. Nos propusimos valorizar lo estatal desde la comunicación, un área prioritaria para cualquier país del mundo.”
–Esas palabras son bastante similares a las dichas por otros funcionarios al comienzo de otras gestiones.
–Yo vengo a dejar acá una historia del periodismo, y además una trayectoria coherente y honesta, de tantos años. No me parece que sea poco, pero tampoco es un mérito en sí mismo: creo que todos deberíamos ser así. Lo que puede diferir en este caso con respecto a gestiones anteriores es que creo que tenemos un Presidente a quien en un momento determinado le pregunté si tenía apoyo político para llevar adelante un gran cambio y me dijo: “Todo”. Kirchner no es un presidente igual a todos: no se cumplieron tres meses de su gestión y dio señales de eso.
–¿Qué lineamientos tendrá la radio?
–En el área de comunicación, hoy se privilegia el fortalecimiento real del federalismo. Quiero ver si nos podemos autogestionar alguna vez. Esta es una radio importantísima porque, pese a todas las deficiencias, es vital en el interior: es la única en llegar a algunos lugares remotos del país. Y esa gente, ¿qué? ¿No tiene que tener información, son ciudadanos de segunda? Con la comunicación vamos a emparejar muchas cosas. Tenemos que considerar e incluir a todos esos otros excluidos. Hay sectores, como el de los indígenas, que siguen siendo desvalorizados y desamparados. Los derechos humanos y la solidaridad también tendrán inserción acá. Estamos trabajando en los proyectos de contenidos, todavía no empecé a modificar la programación. Pero habrá cambios. Quiero hacer una radio competitiva.
–¿Competitiva en qué términos?
–Que la gente sienta que está escuchando la mejor radio. Que si quiere escuchar noticias e informarse pueda escucharla. Que el señor con plata que tenga que anunciar diga: “Ojo con Nacional”.
–¿Hay mucho malestar en el personal de la radio?
–Mucho malhumor. Creo que tienen razón, al menos un 70 por ciento. Es gente que no fue valorada en sus capacidades, valiosa, pero desperdiciada. Algunos tal vez sean valiosos y no les importa ser ñoquis y no hacer nada; otros se matan laburando. Hay que reubicar todo. Uno de los principales reclamos es la efectivización de 300 contratados.
–¿Qué presupuesto tiene la radio y qué proyecciones hay para el 2004?
–Son 24 millones al año. En la década menemista llegó a tener entre 28 y 40. Lo dramático es la desinversión. Con respecto al año próximo, una delas cosas que le pedí a José Albistur (titular del Sistema Nacional de Medios) es que pudiéramos hacer una radio en serio, y me dijo que estaban previstas todas las necesidades a cubrirse acá. Eso es otra historia, porque si no, vamos a estar siempre rengos: pagamos sueldos, esto se deteriora, se cae, y un día desapareció. Para eso me quedo en mi casa.
–¿Cuándo fue la última vez que se reunieron los directores de las 74 emisoras?
–Buena pregunta. Pero contesto con otra cosa: hubo directores que nunca visitaron las radios. Y me parece que eso es menospreciar el trabajo de los otros. Voy a hacer un gran sacrificio, porque no es una pavada visitar 74 lugares del país. Pero aunque sea iré un día y volveré al otro, para conocer la planta, ver en el lugar qué necesitan.
–¿Tiene como modelo a la radio nacional de algún país?
–Tengo una idea muy parecida a lo que hace Radio Nacional de España: quiero que salgan desde todo el país, con las tonaditas, contándome con un poquito de color, la noticia del día de Catamarca, La Rioja... No me parece nada mal un programa de dos horas, al que le sumaríamos columnistas de educación, cultura, política, con información de todas las provincias. Eso sería federalismo de la comunicación.