ESPECTáCULOS
Súper Ratones, entre la urgencia y la universidad
Mientras sigue adelante con su gira por la educación pública, el grupo presenta en el Ateneo “Urgente”, su disco más reciente.
Por C. V.
Luego de tocar en ocho facultades del país para rechazar cualquier intento de arancelamiento o recorte a la educación pública, los Súper Ratones se tomaron un respiro para ultimar detalles de cara a un show que promete mucho grunge. Hoy, en el Ateneo, la banda que nació en Mar del Plata en 1985 presentará Urgente, con la impronta espontánea y vertiginosa que envolvió al grupo desde que explotó el hit “Cómo estamos hoy”. “La vida fue un permanente sin parar, una cosa de locos. Recuerdo llevarme la portaestudio en la valija para grabar entre hoteles y aviones.” La voz de Fernando Blanco, bajista y cantante, delata signos de cansancio. No es para menos: la banda, durante la última gira por el exterior, llegó a tocar en 22 ciudades en sólo un mes. “Ese sin parar se traduce en el disco, sobre todo en el hecho de que agarrás las canciones en la primera o segunda escucha. Cuando tocás muy seguido, tenés la sensación de que el cuerpo te pide rock y eso se nota en Urgente, bien directo, muy rockero.” La definición del bajista se traduce en canciones como “Solo por hoy”, “Sube y baja” o “Pararme solo”. Tal vez desentonen un poco canciones como “Dice”, con aires muy del Mediterráneo griego, o el sensible “Entre la luna y el sol”, compuesta en homenaje a George Harrison. Pero son excepciones que confirman la regla. “En este disco aprovechamos los recursos. Hay menos instrumentos haciendo más cosas. Mancha Registrada (2000) fue más experimental. Lo trabajamos por capas, con más instrumentos, colores y trabajo vocal. En éste, el hincapié está puesto en las voces solistas”, define.
–¿Les costó “reponerse” de la masividad generada por “Cómo estamos hoy”?
–Para nada. Entramos en crisis cuando vimos el resultado de Autopistas y túneles (1998), que había tenido para sorpresa nuestra un muy buen recibimiento de la crítica. Eso nos shockeó más que pasar a ser masivos. Creo que es porque ya estamos en una segunda vuelta de tuerca. En la primera época la cosa se nos había ido de las manos, nos exponíamos mal. Pero hoy, fruto de la experiencia, sabemos que cada decisión implica un costo... la pagás o te tenés que hacer cargo. De hecho, cuando pidieron la canción para un programa de TV, la condición fue que fuera un programa que nos gustara ver, como “Detrás de las noticias”.
Con casi 20 años de carrera y ocho discos editados, todavía hay rasgos que enlazan al grupo con aquel comienzo ligado a los Beach Boys o el rockabilly primitivo, muy clara en Rock de la playa (1990). “En un momento sentimos que éramos mucho más que lo que la gente interpretaba de nosotros, una banda adolescente. Pero la foto que te sacan al comienzo es muy fuerte. Igual no renegamos de eso”, puntualiza Blanco.
–Igual hubo que romper la foto, ¿cuándo lo lograron?
–Se me figura un día en la sala de ensayo en que dijimos “muchachos... vamos a leer lo que escribimos y a escuchar lo que tocamos con un ojo más crítico”. El objetivo era despertarnos un poco. Fue un proceso que costó años, tal vez en Autopistas y túneles, que fue como una bisagra. También pesó que se hiciera muy conocido “Cómo estamos hoy”, poco relacionado con aquel sonido.
Las giras universitarias son como un escape que los Súper Ratones toman para escapar de la agenda rockera. El motor de la idea es hacer algo distinto y útil. “A nivel inconsciente lo hacemos porque algunos tenemos padres profesores y otros estudiamos en la universidad. La solidaridad nos pintó por ese lado. Se necesita hacer mucho en este aspecto”, dice Blanco. Cada año, desde el 2001, tocan en diversos claustros del país, donde antes y después del show mantienen una estrecha relación con los estudiantes. “Se organizan charlas con los centros de estudiantes y así te enterás de los problemas que existen en cada facultad del país. Este año fue más tranqui, de termómetro y sensaciones. Pero siempre es una experiencia gratificante ver de qué manera responde el público... las ganas que tiene de escuchar y lo abierto que es.” La gira demandó todo octubre y se paseó por San Luis, Tandil, Santa Rosa, Comodoro Rivadavia, Ushuaia, Río Gallegos y Paraná. Y luego de la función en el Ateneo, culmina en San Juan y Mendoza.
–¿Cuál es la utilidad de la gira universitaria?
–Tratar de difundir la necesidad de poner un ojo en la educación. Es como un aviso que nos parece piola difundir. El deterioro que vivió el país en los últimos años tiene mucho que ver con el deterioro de la educación. No es casual... así como hubo un plan sistemático de desaparición de personas, también hubo otro destinado a la educación.