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Carta abierta a Ronnie
Por Fernando Peña
A cada cucaracha le llega su Baygón. A mi amiga Ronnie Arias le llegó su año. Como todo buen año, puede llegar a ser un veneno que la mate, pero eso sólo les pasa a las cucarachas que carecen de inteligencia. Por ejemplo: a Guido Süller. ¡No, Ronnie, no te enojes, no te estoy comparando con Guido Süller! Vos vas a aprovechar esta buena racha. ¿Te acordás, hermana, de cuando hablábamos hasta las cuatro o cinco de la mañana, yo consolándote, porque verte en TV te llenaba de amargura y de angustia, quitándote el sueño? Y yo poniéndote ventosas en la espalda te decía: enana, no te creo. ¿Qué no me creés?, me preguntabas. Que sos la misma que habla conmigo en la cocina de tu casa. Tenés que ser como sos en la cocina de tu casa, desenfadada, chancha. Le preguntaba: vos querés fama, plata e irte a vivir a Chiguagua. Sí, me contestabas. Entonces, mostrá al Ronnie del que me enamoré. Ese Ronnie de ENERSHY, con la Sanzo, que hasta a veces me hacía sonrojar. Mirá que para hacerme sonrojar a mí, Ronito. De a poquito, le fuiste dando bola a tu madre gay, yo, y empezaste a lanzar llamas por esa boca de dragona. No creo que me hubiera animado a preguntarle a la Señora si es o no conchuda. Lo cual demuestra que la conchuda sos vos. Te felicito, chapeau, no te asustes de vos misma, siempre fuiste un demonio, no te hagas la careta, que te vi en un programucho de juegos de Canal 13 y ya te me estás Aracelizando. Ojo con el establishment, naciste en el barrio, morirás en el barro, como tu hermana, LA PEÑA.