ESPECTáCULOS › HOY COMIENZA LA CUARTA EDICION DE LA MUESTRA PORTEÑA
Once días con el mejor cine
A pesar de la crisis, el festival dedicado a la producción independiente plantea desde hoy un programa de 170 films. La solidaridad internacional permitió mantener el perfil de calidad y de exigencia de la muestra.
Por Horacio Bernades
La mesa está servida. A partir de hoy y hasta el domingo 28 de abril, la cinefilia porteña y el público en general tendrán frente a sí, como todos los años desde 1999, un pantagruélico menú, servido por autoridades y programadores del IV Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente. Será, una vez más y tal vez más que nunca, la ocasión de probar nuevos sabores, degustar exquisiteces varias, arrobarse, sorprenderse, rechazar incluso los platillos más raros e intensos de la comida cinematográfica universal. Son diez días a pleno, corriendo de las mesas del Hoyts-Abasto a las de los cines Cosmos, Leopoldo Lugones, Lorca o el Museo Malba. Se recomienda comer a reventar, porque lo que viene después seguirá siendo la misma comida chatarra de siempre.
Consecuencia del dólar triplicado y el corralito cerrado, esta cuarta edición del más importante festival nacional de cine estuvo a punto de no hacerse, ya que el presupuesto aportado por la Secretaría de Cultura de la Ciudad y sponsors privados equivalía a apenas el 10% del año pasado. Pero Eduardo Antín “Quintín”, director del Bafici por segundo año consecutivo, hizo un llamado a la solidaridad internacional, y éste fue respondido con un salvataje de último momento, por parte de festivales internacionales (Rotterdam, Tesalónica, la Quincena de Realizadores de Cannes), que hicieron aportes en metálico. Reflejo de la inserción ganada por el Bafici dentro del calendario internacional de festivales, las muestras de solidaridad permitieron cerrar la programación sin ceder un palmo, tanto en términos de calidad como de perfil.
Ciento setenta largometrajes repartidos en unas doce secciones y una treintena de cortos, seleccionados por un comité artístico integrado por el director del festival junto a los críticos Luciano Monteagudo, Marcelo Panozzo y Flavia de la Fuente, aseguran una vez más a la capital argentina la condición de plaza ideal para el intercambio entre el cine local y el del mundo entero. Habrá, como todos los años, una muestra competitiva, de la que surgirá una película ganadora. Integrada por dieciséis primeras o segundas películas, provenientes tanto de los países centrales como de Rumania, Armenia o Singapur, las representantes locales serán Un día de suerte, de Sandra Gugliotta, y Tan de repente, de Diego Lerman (ver recuadro). Como ocurre desde la edición anterior, habrá también una segunda competencia, en este caso de doce películas argentinas (“Lo nuevo de lo nuevo”). De aquí saldrá también una premiada, a cargo de un jurado ad hoc y con el sponsoreo de la agencia Italia Cinema (ver nota aparte). Las otras dos competencias son de cortos, extranjeros y nacionales.
De allí en más, las paralelas. La sección “Panorama” es, como de costumbre, la más nutrida (unos treinta títulos). Se apelotonan aquí los consagrados, desde Martin Scorsese hasta Jean-Luc Godard, pasando por Werner Herzog, Richard Linklater, Abel Ferrara, Claire Denis, Laurent Cantet y Todd Solondz. Las grandes firmas contarán también con retrospectivas específicas, desde las dedicadas a los argentinos Hugo Santiago (mítico autor de Invasión) o Raúl Perrone (el más independiente de los independientes) hasta las que se ofrecen al taiwanés Hou Hsiaohsien, considerado uno de los nombres claves del cine contemporáneo (ver nota aparte) y al portugués Pedro Costa, nueva sensación de la cinefilia contemporánea, ambos enteramente desconocidos por aquí. Bloques de dos o tres películas harán foco sobre el portugués Manoel de Oliveira, los franceses Jean-Marie Straub y Danielle Huillet, el ruso Aleksandr Sokurov, el coreano Kim Ki-duk, el japonés Miike Takashi, el israelí Avi Mograbi y los estadounidenses Robert Kramer y Leslie Thornton.
Pero la peculiaridad del festival de Buenos Aires consiste no tanto en presentar lo conocido como en abrir la puerta a lo que no lo es. Por lo cual no habrá nada mejor que aventurarse en otras secciones. Dos de ellasabren la puerta al mundo. Integradas por una docena de títulos cada una (la mayoría de ellos, documentales, rasgo predominante de esta edición), “Globalización y barbarie” le toma el pulso al mundo contemporáneo, mientras que “Pasado y presente” vincula actualidad e historia reciente. Para quienes prefieran los sobresaltos de lo bizarro, estarán las trasnoche de la sección “Tarde o temprano”. Y además habrá eventos especiales, mesas redondas, presentaciones de libros y hasta películas argentinas sin terminar –algo así como el futuro del futuro– que podrán atisbarse en la sección “Work in Progress”. A consultar el menú, entonces, y preparar el paladar.