ESPECTáCULOS › EL QUILMES ROCK, NUEVE DIAS PARA REPASAR TODO EL ARCO DE ESTILOS
Un terremoto rockero en Caballito
Luis Alberto Spinetta y Fito Páez serán los encargados de cerrar esta primera jornada, puntapié inicial de un mes en el que todas las tribus musicales harán de Ferro su segundo hogar.
Llegó el día. Hoy comienza un maratón de rock que superará todo lo visto en la Argentina en materia de festivales: 160 bandas (desde los que luchan en el under hasta los consagrados) durante nueve noches, tres escenarios dispuestos en un predio de dos hectáreas (el estadio de Ferro Carril Oeste y la cancha auxiliar), visitas internacionales y artistas locales con peso propio, más de 600 horas de música, muestras de fotos, una zona para la gastronomía (desde sushi hasta el criollísimo choripán), puestos de merchandising y discos, un mural para dejar graffitis y un par de carpas vip. De todo salvo cerveza, pese a que se trata del Quilmes Rock: las disposiciones municipales prohíben la venta de alcohol en los espectáculos públicos y no hay sponsoreo que pueda saltearlas.
La saludable tradición festivalera, recuperada hace algunos años, dicta que en estos encuentros multitudinarios quienes salen ganando son los espectadores, que pueden darse una panzada de música difícil de repetir. Es que, salvo nombres como La Renga, Skay, Attaque 77 y Gustavo Cerati, el Quilmes Rock tiene para todos los gustos: Los Piojos, Bersuit, Divididos, Charly García, León Gieco, Intoxicados, Las Pelotas, Pericos, Rata Blanca, El Otro Yo, Turf, Babasónicos, Catupecu Machu, Mimi Maura, Pappo, Los Auténticos Decadentes... Y al contundente listado de artistas nacionales hay que sumarle las visitas de The Offspring, The Wailers, Paralamas, Café Tacuba, Molotov, Robi Draco Rosa, Javiera Parra y Ely Guerra, entre otros.
No hay que olvidar que los festivales son muy propicios para encuentros históricos sobre el escenario, como el que el año pasado protagonizaron Divididos y Spinetta, quienes pusieron la piel de gallina con una versión de Despiértate nena. ¿Será esta vez el turno de Spinetta-Páez, que tocan esta noche? Habrá que cruzar los dedos y esperar.
Para los artistas en crecimiento, mientras tanto, el festival brinda oportunidades de ascenso, más allá de que algunos –cuestiones de derecho de piso– toquen a pleno sol y cuando la gente recién está entrando al estadio. La edición anterior del Quilmes Rock significó un espaldarazo fuerte para Kapanga (con un set potente y divertido bajo la lluvia y el granizo) y Arbol (que hizo cantar a todo el mundo su versión a capella de Jijiji, de los Redondos). ¿Quiénes dejarán su marca esta vez?
La edición 2004 del festival tendrá una magnitud capaz de hacer palidecer cualquier recuerdo: antes de que suene el primer acorde, ya hay vendidas más de 140 mil entradas. Para establecer comparaciones, hay que recordar que el año pasado la concurrencia total fue de 100 mil personas. La capacidad para cada noche es de 25 mil espectadores, divididos entre campo ($ 25, salvo los días 2, 5 y 6 que cuesta $ 30), plateas ($ 35) y plateas preferenciales ($ 50). Hay abonos para campo: de dos días a $ 45, de tres a $ 60 (más el día 8 de regalo) y de ocho a $ 121 (más el día 1 de regalo). Quienes tengan plateas y plateas preferenciales entrarán por la puerta O (por Martín de Gainza), los que vayan a campo y populares lo harán por las puertas 5 y 6 (por la avenida Avellaneda). El estacionamiento cuesta 10 pesos y la entrada es por la puerta 9 (Av. Avellaneda). Todo, entonces, está dispuesto. Las puertas del estadio se abrirán hoy a las 12.30 (igual que el resto de los días de show) y la música empezará a sonar a las 16.45. Que sea rock.
(Producción: Roque Casciero
y Cristian Vitale)