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El nuevo cine argentino sigue cosechando elogios en el exterior. “Tan de repente es la gran revelación del festival”, afirma desde Locarno el crítico Samuel Blumenfeld, en la edición de ayer del vespertino francés Le Monde. El film del debutante Diego Lerman participa en la competencia oficial de la muestra suiza, que este año ha ascendido a la categoría “A” de festivales internacionales (a la altura de Berlín, Cannes y Venecia) y que exhibe en un lapso de diez días casi 400 films de todo el mundo. La película, que en su fase final de realización contó con el respaldo de la productora Lita Stantic, también presente en Locarno, ya había ganado dos premios –el del jurado oficial y el del público– en el Festival de Cine Independiente de Buenos Aires, en abril. Aquí la vio, precisamente, una de las programadoras de Locarno, Tiziana Finzi, que también se llevó a Suiza, esta vez para la sección paralela “Cineastas del presente”, el documental Ciudad de María, de Enrique Bellande, con producción de Pablo Trapero (quien a su vez está en Locarno como jurado de la competencia video).
La ferviente crónica de Le Monde comenta primero sin demasiado entusiasmo el film Dead or Alive Final, de Takashi Miike, una de las estrellas del nuevo cine japonés, para después señalar: “Más discreto, pero infinitamente más logrado, es uno de los films presentados en la competencia internacional, Tan de repente, la primera realización de Diego Lerman, un joven argentino de 26 años. Filmado en blanco y negro, sobre un período de varios meses, con sus actores y técnicos que trabajaron benévolamente sólo los fines de semana, Tan de repente ha costado solamente el precio de su película virgen. Este tour de force sería, según su realizador, imposible de realizar hoy en la Argentina de la crisis económica”. Para el diario –que es un fuerte factor de opinión, capaz de determinar la compra de un film para el mercado de su país–, “la capacidad de dejar cohabitar un universo realista con una atmósfera fantástica, en el límite de lo onírico, es una de las grandes cualidades de Tan de repente. En ningún momento uno se cuestiona la causalidad de la historia de Marcia, una vendedora de ropa interior, mojigata, obesa y acomplejada, que de pronto acepta la proposición de dos jóvenes lesbianas punks, llamadas Mao y Lenin, de acostarse con ellas”.
En opinión del crítico Blumenfeld, “Tan de repente evoca naturalmente a Stranger than Paradise, de Jim Jarmusch, a la vez por su ritmo, que alterna breves momentos de frenesí con otros mucho más largos de contemplación, y por su utilización de un blanco y negro granuloso, que da la impresión de que cada lugar visitado por las tres chicas es de su propia invención”. Después de Locarno, Lerman se instalará en París, donde acaba de ganar una beca del Festival de Cannes, que le permitirá durante seis meses desarrollar el guión de su próxima película.