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Por Javier Aguirre

Aun con ciertas vacilaciones en el discurso, pero con mucha convicción y buenas intenciones, nueve bandas de rock independientes organizarán este sábado el Festival Antiglobalización, en lo que será una de las primeras adhesiones expresas del rock argentino a la consigna globalifóbica. A tono con el discurso, la entrada consistirá en alimentos no perecederos a beneficio de la comunidad mapuche de Neuquén. El concierto comenzará a las 14 en el Microestadio Bottaro (Lavalle 423, Avellaneda, altura de Mitre al 400, muy cerca de la cancha de Independiente) y los artistas participantes serán El Otro Yo, Cadena Perpetua, Eterna Inocencia, Carajo, Rey Gurú, WDK, Headroom, Shaila y Ubika.
El festival no tiene conexiones formales con organismos antiglobalizadores, sino que surgió como iniciativa propia de las bandas, en conjunto con la revista under 13x13 (para más datos, se puede consultar el sitio www.fanzine13x13.com), y se propone como objetivo, además de las donaciones de alimentos para los mapuches, instalar desde el seno del rock la discusión sobre la globalización, e impulsar a los asistentes al show a buscar información y participar. La incorporación de la causa antiglobalizadora es una novedad dentro del rock local, por lo menos en cuanto a eventos a gran escala. Durante los últimos meses, las consignas políticas frecuentes en los conciertos de rock habían tenido que ver con conflictos más puntuales, como el repudio a la represión policial o la adhesión a las protestas de los piqueteros.
Cristian Aldana, líder de El Otro Yo, explicó a Página/12 las razones que llevaron a los músicos a enmarcar el festival dentro de la campaña antiglobalizadora: “Podríamos perfectamente hacer un concierto en apoyo a los piqueteros, que sería muy lógico. Pero queremos resaltar a la globalización como algo que tiene que ver directamente con los piqueteros, no sólo con Internet o con cuestiones amplias o mundiales. El festival podrá parecer poco local, o poco puntual, pero lo cierto es que la globalización hace que se pierdan las raíces. Por eso nos parece un buen símbolo ayudar a los mapuches, que son parte de la historia de nuestra tierra, de nuestro país. La globalización es un problema de todo el mundo, y de la Argentina también.”
Así como El Otro Yo ya realizó en varias ocasiones shows en apoyo a causas benéficas, para Guillermo Mármol, miembro del grupo Eterna Inocencia, la participación en un evento de esta clase no es novedad: “El circuito de bandas de hardcore y punk siempre fue muy politizado, a partir de conceptos como el hazlo tú mismo o la organización horizontal. La solidaridad con bandas y con gente de todo el mundo está muy arraigada en la escena de la que habitualmente se mueve Eterna Inocencia. Hay posiciones políticas determinadas, como se ve en cada publicación independiente y en cada banda. Pero está claro que este festival no va a ser un evento under más, por la importancia que tienen las bandas participantes. Se trata de una acción concreta por parte del rock. Son granitos de arena, sí, pero son granitos antiglobalizadores, muy oportunos después de cómo quedó la Argentina después de diez años de neoliberalismo.”
Por su parte Julieta Monson, integrante de la banda marplatense Ubika, advierte: “Los músicos no vamos a dar discursos políticos desde el escenario, sino que nuestra intención es concientizar, desde la música, sobre todo lo que pasa diariamente. El otro día estuvimos en Zárate Brazo Largo y los chicos de allá nos contaban que el agua parece contaminada como la de Springfield, de “Los Simpsons”. Hay nubes tóxicas, barcos factoría, aguas coloreadas... La causa por la antiglobalización incluye aspectos muy distintos como la ecología o las raíces culturales, no sólo a los mercados y el FMI...” Mármol añade: “Si bien la globalización es untema muy amplio, siempre resulta sinónimo de lo mismo: muerte y exclusión social, cosas malas contra las que hay que combatir. Participar de una consigna tan fuerte es muy emocionante.”
Aldana completa: “El gran símbolo de la globalización, Internet, podrá darte cosas buenas, pero no hay que olvidarse que muchísima gente no sólo no tiene acceso a Internet, sino que ni siquiera tiene para comer. La globalización descarta a la gente que menos tiene; es impulsada por algunos para enriquecerse a costa de otros. Mucha gente vive de lo que encuentra en la calle, y no sólo en la Argentina. Lo importante es difundir esta información. No poder educarte ni informarte es el peor peligro, porque inmediatamente estás excluido.”