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El escritor Volodia Teitelboim ganó ayer el Premio Nacional de Literatura 2002, el máximo reconocimiento que otorga el Estado de Chile a sus literatos. El jurado, que estuvo presidido por la Secretaria de Educación de ese país, Mariana Aylwin, otorgó el reconocimiento a Teitelboim “por su vasta trayectoria como poeta, ensayista, biógrafo, periodista y novelista”. En la resolución final también se destacó su excelente manejo del idioma, y su humanismo e identificación con la cultura y el pueblo de Chile. Con este reconocimiento, el escritor de 86 años, un prócer para varias generaciones de intelectuales chilenos, dejó en el camino a otros ilustres candidatos al premio, como Isabel Allende, Antonio Skármeta, Roberto Bolaño y Hernán Rivera Letelier, entre otros. Inclusive, en los últimos días se había potenciado la polémica luego de que Bolaño, residente en España, declaró que prefería que ganara Allende, pero sólo como el mal menor.
El autor de Hijo del Salitre (1952) y Un muchacho del Siglo XX (1997) recibirá un premio de 12 mil pesos chilenos (sobre 17.700 dólares) y una pensión vitalicia de 20 unidades tributarias mensuales (unos 839 dólares). Tras conocerse su elección, Teitelboim acudió hasta el Ministerio de Educación para ser notificado oficialmente del premio en compañía de su familia y numerosos amigos que lo acompañaron en caravana desde su casa, en el sector oriente de Santiago. En la sede ministerial, el escritor, además de agradecer la distinción, lamentó que el Premio Nacional de Literatura se limitara a una elección bianual. Asimismo, expresó que en Chile hay mucha gente digna del Premio Nacional y resaltó que la crueldad de toda premiación es la elección de un solo ganador, lo que “deja sin premiar a mucha gente que tiene méritos suficientes para merecerlo”. Sobre su elección, dijo: “Más vale tarde que nunca, pero nunca es tarde si la dicha es buena y es bastante buena”.
Teitelboim, escritor y político (fue ministro durante el gobierno de Salvador Allende), con sólo 19 años publicó su primera obra, una antología de poesía chilena. En el mundo de las letras se lo conoce como novelista, crítico literario y ensayista, perteneciente a la llamada Generación del ‘38, además de ser considerado un hábil político y un brillante intelectual. Su prosa está impregnada de las luchas sindicales y se caracteriza por un lenguaje pulcro y simple. Así se suceden obras notables como Antología de la poesía chilena nueva (1935) y El amanecer del capitalismo y la conquista de América (1943). También ha completado una trilogía biográfica de las tres más altas figuras de la poesía chilena: Pablo Neruda, Gabriela Mistral y Vicente Huidobro.