ESPECTáCULOS
Imágenes oscuras
La obra fue pensada para el ciclo Verano Konex, en enero de 2004, y los motivó a recorrer las instalaciones de la fábrica de Abasto sobre la que se construirá la nueva sede de la Fundación hasta llenarse de imágenes lúgubres, oscuras, con resonancia mortuoria. Así idearon una coherencia argumental para una serie de imágenes aisladas sobre la cotidianidad urbana moderna: todas esas postales serían los recuerdos de un grupo de suicidas, con brutal escepticismo sobre los alcances de la vida terrena. Allí están: la existencia a través de la relación entre una patrona y su mucama, el monólogo de una cuarentona aburrida, el empleado soberbio que asegura haber vuelto “más lindo” de sus vacaciones en Cancún y la música original de Axel Krygier, de fondo, para amenizar. En sólo media hora, se saturan los mitos del ciudadano medio, su dimensión prosaica, su pequeñísimo lugar en el mundo, hasta desconfiar de todo y de todos por igual. “Total –podrán afirmar con razón Los Susodichos–, hacia el polvo vamos...”