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El próximo miércoles el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Ciudad de Buenos Aires tiene prevista una reunión plenaria donde se pronunciaría sobre dos cuestiones trascendentes para la posible convocatoria a un referéndum revocatorio del mandato del jefe de Gobierno porteño tras la tragedia de República Cromañón. Ambas recepcionadas ayer en la sede del TSJ: una será si acepta el pedido del propio Aníbal Ibarra de sortear el requisito de recolección de firmas, unas 518 mil adhesiones, que aceleraría el proceso que el gobierno de la ciudad quiere completar en abril. La otra, si dará lugar a la solicitud de un ciudadano que también quiere incluir al vicejefe de Gobierno, Jorge Telerman, en el plebiscito revocatorio. Si se concreta esta última posibilidad, la Legislatura tendría que sancionar una ley especial de acefalía.
En una reunión que ayer encabezó el presidente del TSJ, Julio Maier, se resolvió girar al fiscal general de la ciudad, José Luis Mandalunis, el pedido de Ibarra para que analice la presentación y se pronuncie antes del miércoles 9 de febrero. Ese día, el TSJ tiene prevista una acordada para expedirse sobre la posibilidad de incorporar a Telerman en el referéndum revocatorio, lo que hace factible que en el mismo plenario el tribunal resuelva los dos temas.
“Sin dudas la ‘ratio’ de esta disposición (reunir al menos la firma del 20 por ciento de los electores para convocar el plebiscito) tiende a proteger los derechos subjetivos del funcionario de que se trate, para que su actividad no esté sometida caprichosamente a eventuales maniobras contumaces”, dice una parte del texto presentado ayer por la procuradora de la Ciudad, Alejandra Tadei, ante el TSJ.
Luego, el escrito firmado por Ibarra va de lleno al planteo de excepción: “Entiendo pues que siendo ésta una gran garantía que en el caso a este jefe de Gobierno concierne, constituye, por ello mismo, un derecho renunciable. Es en tal inteligencia que vengo a solicitar al Superior Tribunal entienda subrogado, por mi expresa voluntad, el trámite de obtención de un número mínimo de adhesiones para la puesta en marcha del procedimiento al que nos venimos refiriendo”. Sin mencionar la tragedia de Cromañón, la solicitud hace referencia a una “situación excepcional” no prevista en la Constitución porteña.
El escrito ya está en manos del fiscal Mandalunis. Lo mismo que la presentación hecha también ayer por el vecino Ernesto Jaime Lescano con el patrocinio del abogado Juan Carlos Colela. Allí, el planteo es la inclusión de Telerman en el referéndum. “Esto sería la única manera en que se evitara el deterioro de la figura de revocación de mandato, pues si tal institución –así aplicada– permitiera la continuidad del mismo gobierno se desnaturalizaría el avance institucional que la misma implica”, reza el texto redactado por el abogado. “Sería otra injusticia para las 192 víctimas, los familiares y toda la sociedad que si se revoca el mandato de Ibarra, el resultado se transforme en algo inocuo por la continuidad del mismo gobierno y los mismos responsables, como Telerman”, le dijo a Página/12 Colela, un viejo militante de la Intransigencia Yrigoyenista.
La falta de reglamentación del referéndum (incluido en la Constitución porteña) también genera algunas dudas. Aunque la mayoría de los involucrados coinciden en que el TSJ será el que redacte el texto que llevarán las boletas que se utilizarán en el plebiscito, ninguno de ellos arriesga si el tribunal aceptaría la unificación de la recolección de firmas (que ya autorizó por separado a los abogados Gabriel Rodríguez Vallejos y Sergio Bergenfeld) si finalmente rechaza el pedido de Ibarra. Pero el problema más complejo se presentará si el TSJ aprueba el pedido de Lescano y Colela. La Constitución dice que en caso de que se revoque el mandato del jefe de Gobierno, el vicejefe ocuparía su lugar. Pero si Telerman también queda incluido en el referéndum y la revocatoria consigue triunfar en las urnas, la Legislatura tendrá que resolver de apuro una leyde acefalía que ahora no existe, proyectando aún más allá la disputa política por la masacre en el boliche de Once.