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Este año, Dady Brieva debutó como productor, guionista y director cinematográfico, al frente de Putos eran los de antes. Ambientada en plena dictadura militar, la opera prima está inspirada en un caso real: cuenta la historia de un sastre, homosexual, que en 1977 refugia a un militante maoísta perseguido por los militares. Durante el rodaje de la película, financiada por la Ley de Fomento de Cine de San Luis, la producción sufrió varios escraches y tuvo que suspender las grabaciones por diversas manifestaciones. “Me parece bárbaro que se discuta sobre si la plata destinada a esa ley debe ir a hospitales o a educación, pero, ¿qué culpa tenemos nosotros? Sin los subsidios, provengan de donde provengan, no habría una industria de cine como la que existe en la actualidad”, se defiende Brieva, que afirmó que su film –el número 17 financiado por la polémica ley– costó un millón cuatrocientos mil pesos. “Como es una película de bajo presupuesto, sin estrellas y que no apunta a la taquilla, era imposible que me la produzca Pol-ka, Patagonik o cualquier otra productora”, detalló. Y disparó, con su habitual humor: “No sé por qué se encarajinaron conmigo, si ni siquiera salí con el gobernador”.