Agustín Edwards, dueño del grupo mediático El Mercurio, uno de los más grandes de Chile y América latina, fue acusado ayer de “sedición” por agrupaciones de víctimas, por su responsabilidad en la incitación al golpe de Pinochet, en 1973. Es la primera denuncia en Chile en contra de un civil por su responsabilidad en actos previos al golpe militar que derrocó al socialista Salvador Allende. La querella se sustenta en cientos de documentos desclasificados de la CIA estadounidense que hablan del financiamiento que habría recibido Edwards para incitar al golpe.