PSICOLOGíA › SOBRE EL SARCASMO CONTENIDO EN UN SUBSIDIO
“Jefe de Familia” es un esclavo
Por Mónica Santcovsky *
”Subsidio para Jefe de Familia o Plan Trabajar” es ofrecer el peor de los engaños y la peor de las humillaciones. Aquel que debiera ser jefe de su familia, por la posición que esta palabra le otorga, queda a merced de la voluntad del Otro que goza siendo el Amo y Jefe Absoluto, ubicando al “Jefe” en un lugar de esclavo, de pedigüeño.
No es lo mismo un “seguro de desempleo” donde, aunque el desempleo existe, el enunciado queda sin sujeto, cobra un anonimato, donde el sujeto no se siente amenazado en su lugar de padre de familia; es sólo un trámite laboral y la esperanza de que sea temporal; en cambio, ser Jefe de Familia es permanente y su subsidio se puede inscribir de la misma manera.
Las palabras, en una Cultura, pueden provocar las mas sangrientas batallas.
Ante el desamparo del significante trabajo, que la cultura ha organizado desde los tiempos inmemoriales; cuando el trabajo como actividad creadora está en vías de extinción, los hombres pueden responder con los códigos anteriores al advenimiento de la cultura, única capaz de sofrenar las pulsiones destructivas de los seres humanos. Si la Cultura esta comprometida en sus cimientos más profundos, la respuesta es de destrucción y muerte.
Dejar a millones de personas sin la esperanza del trabajo es tener secuestrada a una sociedad en la miseria más espantosa, la de la sumisión. El Jefe de Familia no existe ya, sólo los Jefes de bandas. La violencia siempre viene de un Padre que no soporta su muerte, y entonces sus hijos deben morir para pagar su capricho.
Los secuestros son una respuesta donde el otro se apodera de lo más sagrado de cada uno: nuestra vida. El secuestro lleva en sí la humillación, la sumisión a un otro gozador que hace de la vida lo que se le antoja. En los secuestros, la sociedad encuentra, invertida, la respuesta.
* Psicoanalista. Fragmento del trabajo “Jefe de familia o jefe de bandas”.