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Piedra libre a Carlos Menem. El ex presidente se esconde desde hace cuatro días en la casa de Armando Gostanian. No está en la ya famosa quinta de Don Torcuato, donde cumplió su arresto domiciliario, sino en la mansión que su amigo posee en el country Armenio. Allí improvisó un bunker de campaña lejos de los escraches y de los “periodistas molestos”, pero bien acompañado de un elenco estable de colaboradores. Entre ellos Ramón Hernández, ahora también investigado por la Justicia, quien acaba de retornar de un sugestivo viaje a Europa.
La presencia de Menem en Buenos Aires no fue planificada. Llegó de apuro, el lunes, para realizarse chequeos médicos luego de una supuesta caída en la bañera. En La Rioja se sentía seguro, preservado. Jugaba de local. No por nada los últimos reportajes –excepto el que el mismo lunes le hizo Mauro Viale– los brindó en sus pagos.
Sabe del clima adverso. Sabe del rechazo de una parte importante del país y del exterior. Los escraches que sufrió en Palermo, Nueva York y Córdoba son sólo algunos ejemplos.
En ese contexto, la blanca mansión de Gostanian se convirtió en una excelente morada. El exclusivo country Armenio, de la localidad bonaerense de Pilar, tiene acceso restringido. Y el refugio de Menem está enclavado sobre el fondo del terreno, frente al campo de golf.
Son dos pisos puestos a todo trapo. La estructura se asemeja a la letra “H”. Sobre un ala, en la planta baja, está el comedor y el servicio de cocina. En el primer piso los dormitorios de la familia Gostanian. En la otra ala hay un living, con playroom, y arriba los dormitorios en suite para el ex presidente. Ambos sectores se unen por una sala circular, vidriada, desde donde se pueden apreciar los partidos de golf. Por supuesto, también hay quincho y, más que probable, jugosos asados.
El ex mandatario improvisó allí un bunker de campaña por donde circulan sus estrategas, candidatos y... abogados. Ayer mismo Oscar Salvi, una de las cabezas más visibles del equipo de defensores en la causa armas, fue a ultimar detalles de un escrito que podría presentar esta misma semana.
Había razones para ese movimiento: Suiza notificó al detenido traficante de armas francoestadounidense Jean Bernard Lasnaud que será extraditado a Argentina, donde la Justicia lo requiere por presunta participación en la venta de armas a Croacia y Ecuador.
Es probable que el ex mandatario reciba hoy a Raquel “Kelly” Olmos, a quien bendijo como candidata a jefa de Gobierno porteño. Voceros de la ex legisladora justicialista confirmaron el encuentro, aunque no precisaron el lugar. Argumentaron “no saberlo”. No sorprende: mantener en reserva el paradero del Jefe es una orden incuestionable. Algunos reciben el dato horas antes del encuentro, una modalidad que suele implementar el líder cubano Fidel Castro.
Además de Gostanian e hijos, entre los pocos que saben todos los movimientos figuran Humberto Kelle, Alberto Colaccini y Hernández. Se trata del elenco estable de colaboradores que se alternan en sus tareas.
El último se habría incorporado recientemente. Fuentes menemistas informaron que la semana pasada estuvo en Europa, más precisamente en Ibiza, España. Aunque no develaron los motivos.
El secretario privado de Menem es investigado por enriquecimiento ilícito. La Justicia sospecha sobre el origen de 6 millones de dólares de la fundación de fantasía Red Spark en un banco suizo. Hernández tendría la firma autorizada para mover ese dinero.
La noticia se disparó luego de que Menem también revelara la propiedad de una cuenta en Suiza, por la cual ahora es investigado. Esa cuenta, de algo más de 600 mil dólares –según sus palabras–, no figura en su declaración jurada. Como si fuera poco, el homenajeante Gostanian tampoco pudo zafar de la Justicia: la Oficina Anticorrupción pidió que lo investiguen por presunto enriquecimiento ilícito. Es acusado de haberganado más de 11 millones de dólares durante su paso por la Casa de Moneda, y de no poder justificarlo.