El fiscal Guillermo Bordenave, de La Matanza, pidió la prisión preventiva de los seis bonaerenses de la 2ª de Ramos Mejía, acusados de golpear, torturar y asesinar a Gastón Duffau, luego de detenerlo en un McDonald’s, en el conurbano oeste, en el partido de La Matanza, la noche del sábado 23 de febrero pasado. Media hora después de ser detenido, el joven fue entregado muerto por los policías al hospital local, con doble juego de esposas y con marcas de haber sido muy golpeado. La versión policial dijo que el muchacho había reaccionado como un loco.

Bordenave pidió la preventiva de los seis bonaerenses, y ahora el juez de Instrucción 4ª de La Matanza, Carlos Blanco, deberá decidir si los policías Luis Acuña, Leonardo Brandán, Davis Mansilla, Mauro Ponti, Natalio Denaris y Rubén Steingruber siguen tras las rejas imputados por un delito (tortura seguida de muerte) del que cuelga una posible condena a perpetua.

Por su lado, la familia de Duffau exige la detención de otros jefes policiales imputados: el comisario de la seccional segunda, el subcomisario y el jefe de calle, a los que acusan de participar de la presunta tortura seguida de muerte del joven.

Y también quiere imputar a los peritos que hicieron la primera autopsia del cadáver, donde se hablaba de una supuesta muerte natural.

La versión policial se atajó inicialmente con el resultado de la primera autopsia, un galimatías diseñado por el médico policial Falomo Sileno, quien sostuvo que Duffau había muerto por un golpe producido probablemente por un vehículo al embestirlo, entre tres y cinco días antes de la detención y que, por alguna misteriosa acción remanente, lo terminó matando el sábado mismo de la detención. Entre las explicaciones científicas que dio el perito sostuvo que la lesión en el cuello se agravó por el movimiento del cuerpo del joven acostado en la parte trasera de la camioneta policial, donde, con doble juego de esposas pero totalmente “relajado”, no pudo evitar los cimbronazos que le determinaron la horrible muerte.

El resultado del estudio de Sileno se chocaba de cabeza y sin casco contra la propia versión policial, que sostenía que el muchacho primero había sido detenido tratando de asaltar el local de McDonald’s, que sólo estaba provocando disturbios y, por último, que entró al baño y salió desnudo con un brote místico del baño y gritando que era el fin del mundo. En cualquiera de las tres posibilidades, no se entiende cómo el fracturado cuello de Duffau resistió hasta después de la detención.

La procuradora general de la Suprema Corte bonaerense, María del Carmen Falbo, ordenó una reautopsia y envió a una perito de la Asesoría Pericial como observadora. El resultado sostiene prácticamente que fue asesinado a golpes y describió un centenar de golpes no descripto en la primera.