Lunes, 28 de abril de 2008 | Hoy
SOCIEDAD › ARIEL PERRETTA FUE LIBERADO DESPUéS DE 16 DíAS DE CAUTIVERIO SIN PAGAR RESCATE
El joven estaba encadenado en una cama en una vivienda de El Talar de Pacheco. La policía detectó el lugar tras un llamado al 911. Exigían tres millones de dólares. Una joven detenida.
“Escuché dos gritos de llamado, de ‘Ariel, Ariel’, pero estaba dormido. Tenía fe, pero pensé que iba a terminar de otra forma”, confió Ariel Perretta, el joven de 24 años liberado por la Bonaerense luego de 16 días de cautiverio en una casa de El Talar de Pacheco, partido de Tigre. El muchacho, secuestrado el 10 de abril por una banda bien organizada, cuando se dirigía a la fábrica familiar de filtros para auto, en La Matanza, destacó, desde la puerta de su casa y en compañía de sus padres, que los captores lo trataron “muy bien”. Durante la liberación del joven, una adolescente de 17 años fue detenida, mientras “tres hermanos, de apellido Muñoz” habrían escapado cuando la policía llegó a la vivienda, señaló Aníbal Fernández, ministro de Justicia y Seguridad de la Nación.
Sobre la reclusión, Ariel, además, relató que “el muchacho” que lo cuidaba lo alimentó “bien”. Y agregó sentirse “agradecido por ese trato”, aunque aclaró que “siempre” estuvo encadenado a una cama y que hacía sus necesidades fisiológicas “en un balde” que le alcanzaban. “Estaba enmascarado, pero jodíamos, era como una relación entre nosotros”, contó.
Pero de inmediato opinó que no cree que “se merezcan lo mejor” y que si fuera por él los “putearía” o les “desearía lo peor”. Aunque aclaró: “Que eso lo determine la Justicia, si es que los encuentra”. Al respecto, en sintonía con el ministro Fernández, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, aseguró que los secuestradores “están identificados”.
El joven fue liberado el sábado a las 22 a través de una llamada al 911 que indicaba que Ariel estaba raptado en una edificación, ubicada en la esquina de Céspedes y Caseros. “A las 18.56 los padres reciben un llamado de los captores, quienes los consultan por el dinero que habían juntado. Exigían tres millones de dólares, se les responde que sólo tenían 165 mil pesos, y hay insultos y les dicen que guarden el dinero para comprarle una mano al hijo”, detalló el ministro de Seguridad y Justicia de la Nación.
Más tarde, alrededor de las 21.30, se recibió un llamado anónimo en el 911. Según Fernández, “era llamativo por el lujo de detalles” que brindaba. Por eso, el ministro conjeturó que “quien realizó la denuncia es alguien de la banda, que conocía el lugar donde estaba” el joven Perretta. Unos treinta minutos después, la policía llegó a la casa. Golpearon la puerta y nadie respondió a los llamados. Entonces ingresaron por la fuerza a la vivienda y en ese momento “tres personas se fugaron por los fondos de la casa”, precisó Fernández. En una de las habitaciones encuentran a Ariel atado a una cama. “Pensé que era el último momento de mi vida, que me quedaba con las ganas de decirle a mi viejo que lo quiero”, contó conmovido Ariel, sobre el momento de su liberación.
Mientras, en otra de las habitaciones fue hallada una adolescente, llamada Jessica, junto a tres pequeños, sus hijos. La joven madre y sospechosa intentó escapar y de inmediato fue detenida. En su declaración, Jessica acusó a tres hermanos, de apellido Muñoz que, según Fernández, “tienen frondosos antecedentes penales”. Al respecto, Scioli y Fernández señalaron que la banda sería la misma que secuestró a Hernán Iannone en noviembre de 2006 en José C. Paz. Incluso para el gobernador, a través de escuchas telefónicas, “podrían tener vinculación con algunos casos más”.
En tanto, el ministro destacó el “haber sacado de circulación a estos personajes”. Y dijo que la presidenta Cristina Fernández Kirchner fue informada “segundo a segundo” del caso.
Scioli relató haber concurrido a la vivienda de El Talar de Pacheco, tras ser alertado por su ministro de Seguridad, el ex fiscal federal Carlos Stornelli. “Allí pude verlo personalmente a Ariel, cómo estaba encadenado. Estaba en el fondo de una casa donde imagino que había un patio y se construyó este tipo de celda, con ladrillos tipo rústico, a la vista”, comentó el gobernador.
Durante su cautiverio, Ariel señaló que “pensaba” en sus “seres queridos” y su “abuelo, que falleció hace poco”. Ante su liberación, dijo haberse abrazado con el gobernador Scioli, “porque él vivió algo parecido con el hermano” José.
Mientras se llevaba adelante la negociación, los secuestradores les hicieron llegar a los Perretta dos pruebas de vida: un casete con una grabación realizada por Ariel, en la que menciona el resultado de cinco a cero del partido entre River Plate y San Martín de Porres, de Perú, y una carta manuscrita de Ariel. “No se llegó a pagar rescate porque los secuestradores fueron sorprendidos en el lugar, y pudieron liberarlo”, dijo Scioli.
El rapto del joven Perretta comenzó el jueves 10 de abril cuando se dirigía en su auto Peugeot 206 negro a la empresa de su padre, cuando fue interceptado por uno de secuestradores. Tras la captura, Ariel se comunicó con su padre con su handy para decirle que estaba secuestrado.
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