SOCIEDAD › OPINIóN

Destrucción de los hospitales

La situación por la que atraviesan los hospitales de la ciudad de Buenos Aires es tan grave que carece de antecedentes, aun en épocas de complicadas y tumultuosas crisis económicas.

Desde que asumió el gobierno de Mauricio Macri se evidencia una sostenida y progresiva carencia de los insumos más importantes como medicamentos, elementos descartables (sondas, agujas, catéteres y otros), drogas anestésicas, placas radiográficas, bolsas para recolección de donantes, reactivos de laboratorio y otros elementos para el desarrollo de prácticas quirúrgicas, cardiológicas y diálisis renal. A ellos debemos agregarle el deterioro edilicio y el cierre de camas en salas comunes y en terapia intensiva como consecuencia de la falta de personal de enfermería y médicos para completar los planteles necesarios para el funcionamiento racional de los mismos. Asimismo, se profundiza el atraso tecnológico que se evidencia por la obsolecencia de la mayoría del equipamiento hospitalario, como aparatos de rayos, tomógrafos, ecógrafos, instrumental quirúrgico, endoscópico y de laboratorio.

Fuentes allegadas al gobierno responsabilizan de este daño casi irreparable a quienes gestionan las compras, ya sea por incapacidad o bien por modificaciones en el sistema de adquisición de los insumos. Asimismo, el gobierno se halla empeñado en trasladar a la Legislatura la responsabilidad de la paralización en la renovación del equipamiento hospitalario. Estos argumentos se contradicen con la propaganda electoral del señor Macri, quien se atribuía dotes especiales para ejercer “eficiente administración”.

Mientras el gobierno porteño medita acerca de la “Ciudad modelo”, miles de enfermos se hallan imposibilitados de ser atendidos con prontitud y eficacia. La falta de respuesta a las necesidades de la sociedad no es atribuible al personal médico, de enfermería y administrativo que brindan lo mejor de sí para atenuar los efectos de una mala y perversa administración del gobierno.

El hospital público es irreemplazable, sus bondades han sido probadas a lo largo de su historia. En ellos se han formado las distintas generaciones de médicos que realizaron innumerables aportes a la ciencia médica. Ellos han dado respuestas a millones de argentinos imposibilitados de acceder a otros sistemas de atención médica y han mitigado enfermedades que sólo en su ámbito pudieron y pueden dar respuestas.

La crisis actual no responde a la falta de recursos económicos, sino al quiebre de la conciencia de los funcionarios de turno que a sabiendas del daño que se está generando a la población siguen en sus cargos observando de costado la penosa realidad.

* Médico cirujano. Jefe del Equipo de Trabajo de Cirugía Espinal del Hospital Argerich. Secretario general del Partido Socialista Auténtico nacional.

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