Sábado, 5 de julio de 2008 | Hoy
SOCIEDAD › POR PRIMERA VEZ, EL PERITO MORENO HARá SU RUPTURA EN INVIERNO
A poco más de dos años de su última función, apareció en el glaciar la primera grieta, comienzo de un proceso que desembocará, en dos o tres días, en el derrumbe del puente de hielo. El calentamiento global es una posible causa.
De manera atípica, el glaciar Perito Moreno inició en pleno invierno un nuevo proceso de ruptura con la aparición de la primera grieta de filtración en la enorme masa de hielo que lo mantiene unido a la costa de la península de Magallanes, en la ciudad patagónica de El Calafate. El quiebre definitivo, conocido en todo el mundo como un impactante show natural, terminará de producirse en pocos días. Sólo ha pasado poco más de dos años del último “espectáculo”.
“La fisura fue inesperada porque, según los registros del comportamiento del glaciar, tomados desde 1917, el proceso de desprendimiento coincidía con el fin del verano”, precisó el intendente del Parque Nacional Los Glaciares, Carlos Corvalán, en diálogo con PáginaI12.
El glaciar Perito Moreno es el mayor de los 356 que conforman el parque Los Glaciares, ubicado en la provincia de Santa Cruz, y es visitado por miles de turistas cada año.
Sin embargo, el Perito Moreno es una incógnita para los expertos. En primer lugar, es uno de los pocos glaciares del mundo que no se encuentra en franco retroceso. “El permanente avance que experimentó en los últimos años puede ser una de las razones que expliquen la frecuencia cada vez menor del ciclo de bloqueo y posterior ruptura” del Perito Moreno, conjeturó, ante una consulta de este diario, el profesor del Departamento de Geología de la Universidad de Buenos Aires Diego Pérez.
Los registros indican que, durante décadas, el ciclo se dio cada cuatro años. Sin embargo, el último desprendimiento, que sucedió en marzo de 2006, se produjo tras 16 años de inactividad. “Son puras teorías. La realidad es que no hay una razón que explique fehacientemente el proceso del Perito Moreno”, agregó Corvalán.
El guardaparques admitió que es “una ventaja” que el quiebre se dé en invierno, ya que “es una época en que el nivel de agua del lago es bajo y “no hay peligro de que las zonas aledañas sufran inundaciones”.
De cualquier manera, los científicos y el intendente coinciden en lo extraño de que el proceso comience en la época invernal. “Calculamos que es por el problema del calentamiento global, aunque puede ser que también lo haya provocado un movimiento de tierras imperceptible para el ser humano. Son muchos los factores que pudieron haber influido”, sostuvo Corvalán.
Tras sufrir la última ruptura, el glaciar continuó avanzando hasta alcanzar nuevamente la costa de la península Magallanes, en diciembre pasado, cerrando el paso de agua desde el brazo Rico del Lago Argentino hacia el resto del cuerpo acuífero. Desde ese mismo brazo, ayer a la mañana comenzó a producirse la primera grieta de filtración que marca el inicio del derrumbe de esa muralla y el fin del bloqueo “natural”.
Al respecto, Corvalán explicó que “esa filtración va socavando la pared de hielo hasta que se forma un arco –una especie de puente por el que el agua comienza a circular, más conocido como “el canal de los témpanos”–. Cuando se nivela el lago, el agua comienza a presionar y se produce la posterior ruptura”.
Según los expertos, no suelen pasar más de tres días desde el inicio del proceso hasta la desaparición del puente. El quiebre total ofrece un espectáculo visual y sonoro “impactante” durante el que se desprenden grandes bloques de hielo y se sumergen en las aguas del Lago Argentino. Sin embargo, Corvalán aseguró que “no se puede determinar cuándo se termina en forma total el proceso, ya que depende de las condiciones del viento y la humedad”. Por lo general el desprendimiento dura entre 24 y 48 horas.
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