El juez federal de Campana Federico Faggionatto Márquez decidirá hoy sobre la situación del Chucho Martínez Espinoza, procesado por supuesto liderazgo de la banda del laboratorio narco en Ingeniero Maschwitz. El autodeclarado empresario inocente en su página web fue careado ayer con tres procesados en la causa, el farmacéutico Marcos Frydman, su ex esposa Ana María Nahmod, ambos detenidos en la causa de la ruta de la efedrina, y el comerciante Armando Giulliani, excarcelado pero investigado en la misma causa. Mañana, antes de decidir sobre la situación del Chucho, Faggionatto dispuso un último careo al mexicano, en esta ocasión con Ricky Martínez, el padre del actor. Ayer, el resultado de los careos fue obvio ya que, según la jerga tribunalicia, cada una de las partes se mantuvo en sus dichos. Pero si algo conmovió la causa de la ruta de la efedrina no vino de la mano de Faggionatto sino un poquito impuesto al juez: la Cámara Federal de San Martín ordenó que citara a José Granero, titular de la Sedronar. Los camaristas quieren saber por la ausencia de controles en la circulación de efedrina.

La Cámara Federal de San Martín ordenó a Faggionatto que citara a declarar al titular de la Secretaría Antidrogas Nacional, José Granero, por la falta de controles en la comercialización de efedrina, datos que brotan por sí solos de la investigación de la ruta de la efedrina. La medida fue dictada en el marco de una de las apelaciones sobre la situación de imputados en la causa que lleva el juez federal de Campana.

Además de Granero, la Cámara dispuso que se cite a un funcionario del área de precursores químicos de la misma institución. El hallazgo del laboratorio, el 17 de julio pasado, derivó en denuncias por la falta de control para evitar la comercialización ilegal de efedrina.

Precisamente, ayer el Chucho, Frydman, Nahmod y Giulliani se mantuvieron en sus dichos, salvo el último, que dudó o no recordaba detalles secundarios. “No aportaron nada a nuevo en la causa”, aseguraron las fuentes policiales.

Hoy está previsto que se realice el careo de los dos Martínez, el Chucho por un lado y el Ricky por el otro. Según consta en la causa, el médico Gustavo Ricchiuto declaró como testigo y afirmó que Martínez (Ricky) iba a entregarle un cargamento de efedrina a Sebastián Forza, una de las víctimas del triple crimen de General Rodríguez, para que éste lo vendiera a un mexicano.

El propio Martínez (Ricky) admitió conocer a Forza desde por lo menos el año 2000, aunque negó tener vinculaciones con la venta de efedrina, se definió como un “aportante de contactos” e, incluso, dijo haberle aconsejado al empresario “que no se metiera en negocios riesgosos”, según él mismo aseguró. Pero Giulliani mencionó a Martínez (Ricky) como una persona que estaba supuestamente al tanto de la venta de ese precursor químico, al tiempo que describió vínculos entre éste y Martínez Espinoza.

Giulliani refirió a su vez que al Chucho en una ocasión lo vio reunido con otros dos presos por el caso: el argentino Luis Tarzia y el mexicano Rodrigo Iturbe. En tanto, Nahmod y Frydman fueron detenidos luego de ser allanada su farmacia de la Capital Federal, desde donde los investigadores creen desviaban efedrina al mercado ilegal. Los sospechosos admitieron conocer al Chucho, quien se cree que tenía una oficina en la farmacia porteña del ex matrimonio. Sin embargo, en los careos, los tres admitieron conocerse mutuamente, de tener una buena relación comercial, pero estrictamente legal.