“Me parece que Raquelita se bandeó para la política”, dijo ayer públicamente el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, en referencia a la rectora del colegio Mariano Acosta, Raquel Papalardo, sumariada por haber mojado a alumnos egresados de su escuela con una manguera contra incendios. Le reprochó así el apoyo que recibió por parte de los gremios docentes porteños ante la amenaza oficial de una sanción. En declaraciones a una radio, también dijo que la rectora debería reconocer que se “apendejó por un rato”. Papalardo se limitó a lamentar los términos utilizados por el jefe de Gobierno: “No lo conozco personalmente ni tengo la confianza como para que me llame con un diminutivo”, dijo. La rectora presentó ayer su descargo ante el Ministerio de Educación y le llevó una copia en la Defensoría del Pueblo porteña, donde el adjunto Gustavo Lesbegueris inició una actuación de oficio para evitar una eventual sanción arbitraria.

“Ella, como directora de la escuela, tendría que haberse quedado diciendo: ‘Bueno, voy a confiar que el gobierno (de la ciudad) va a entender que se me fue un poquito la mano, me apendejé por un rato, me puse a jugar con los chicos’, pero no ponerse a hacer política y convocar al gremio. Me parece que se fue para el otro lado”, advirtió Macri.

El jefe de Gobierno habló con Radio Mitre, luego de que el principal gremio docente, UTE-Ctera, amenazara para esta semana marchar a la Jefatura de Gobierno en defensa de Papalardo si el Ministerio de Educación porteño no suspende el sumario que le inició por haber mojado con una manguera a estudiantes de quinto año, como se vio en un video subido a la página YouTube.

“Pido que se garantice la intervención de la Junta de Disciplina docente”, dijo la rectora, en su reclamo para “que se respeten los procedimientos que corresponden”. Ese fue uno de los motivos de su presentación en la Defensoría del Pueblo, para que ese organismo monitoree el trámite. “Es que me han condenado por los medios de comunicación, por eso tuve que recurrir al sindicato”, argumentó.

Por su parte, el defensor adjunto Gustavo Lesbegueris, calificó de “desafortunadas” las declaraciones del jefe de Gobierno. “Si el gobierno acusa a la rectora de haber roto la asimetría de la autoridad entre directivos y docentes, el jefe de Gobierno ha hecho lo mismo al referirse de esa manera a una empleada de su administración”, argumentó. Lesbegueris sostiene que tanto las declaraciones de Macri como las formuladas la semana pasada por el ministro Mariano Narodowski “tienden a ejercer presión sobre la Junta de Disciplina que, según la ley, es la que debe actuar”.

La Junta es un cuerpo colegiado integrado por representantes de los gremios docentes y del ministerio que debe expedirse sobre si corresponde o no una sanción o un sumario administrativo. Su resolución, no obstante, no es vinculante.

“No me parece bien que la docente convoque a los dos sindicalistas que están totalmente en conflicto, totalmente politizados con la ciudad, que son Nenna y López, para hablarle a la prensa”, insistió Macri en sus declaraciones radiales. El jefe de Gobierno defendió la actuación en este tema de su ministro de Educación, Mariano Narodowski, quien le inició un sumario administrativo a Papalardo. “Yo querría ver si a mi abuela, si estuviese hoy escuchando, o a tu abuela le parecería bien que nosotros no hiciéramos nada frente a que (una directora de escuela) agarre la manguera de los bomberos, (y protagonice un episodio) que pudo haber salido mal”, subrayó. “Tampoco podés no hacer nada frente a alguien que tiene autoridad y usa la manguera de los bomberos para jugar con los chicos. No pasó nada, pero pudo haber pasado”, insistió.

Los gremios, por su parte, volvieron a reiterar ayer su apoyo a la rectora: “Si tocan a Papalardo nos tocan a todos”, avisó Eduardo López, secretario gremial de UTE-Ctera y titular electo, mientras que el dirigente de UTE, Francisco Nenna, acusó al gobierno de Macri de llevar adelante una “política fascista”.

La semana pasada, Papalardo recibió el respaldo de la comunidad escolar y dirigentes docentes y legisladores. En una conferencia de prensa convocada en la sede del colegio, la docente explicó que los estudiantes de quinto año “simplemente habían tomado una manguera de los bomberos y yo se las saqué para terminar con la despedida”, en “un contexto de fiesta, sin daños”.

–¿Cree que el gobierno se toma revancha pos su posición durante la toma del Mariano Acosta por el reclamo de las becas? –le preguntó ayer Página/12 a la rectora.

–Yo nunca apoyé la toma. No estuve de acuerdo. Lo único que reclamé es que cada alumno que lo necesita tenga su beca.