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Un ex empleado del boliche República Cromañón dejó ayer sembrada la sospecha de que se pagó una coima para que la policía permitiera el exceso de público: dijo que el ex gerenciador de ese local, Omar Chabán, le habría entregado un papel “de color violeta” a un policía, en la noche del 30 de diciembre de 2004, minutos antes del incendio que costó la vida a 194 jóvenes.

“Se dieron la mano y se pasaron algo de color violeta”, dijo el testigo, quien describía la imagen con sus manos y un desplazamiento de ambas entre las que estaba “el papel violeta en el medio” y, aunque aseguró no poder identificar al policía, dijo que era “de mediana estatura, de bigotes y medio peladito”.

Héctor Damián Albornoz, conocido en el boliche como “HeMan”, fue el primero de los testigos convocados ayer por el Tribunal Oral en lo Criminal 24 (TOC24) que investiga las responsabilidades por la tragedia. El testigo aseguró que esa noche, en la que murió su cuñado, en el boliche había “alrededor de seis mil” espectadores en el recital de Callejeros pese a que el local estaba “habilitado como bailanta”, con capacidad para “mil y pico de personas”.

Albornoz recordó que, junto a otros dependientes, habían advertido a Chabán que había que realizar tareas de mantenimiento y reformas, fundamentalmente en “cañerías de ventilación” que “estaban tapadas”, ya que “cuando se llenaba de gente no se podía respirar”.

“Cada banda que venía traía su seguridad”, dijo el testigo, aunque reconoció que, en caso de que los músicos no tuvieran su gente ellos formaban “un grupo que ayudaba” que integraban, entre otros Mario Díaz, Juan Carlos Bordón, Ana Sandoval, quien “trabajaba en los baños”, y su cuñado Leandro González.

Albornoz trabajó, entre el 10 de abril de 2004 y la noche de la tragedia, “en las barras” del boliche, que estaba a cargo de Yamil Chabán, hermano de Omar, y recordó otros dos incendios, registrados el 1° de mayo, luego de la actuación del grupo soporte Ojos Locos, y el 26 de diciembre, durante un recital de La 25.

“Vos te quedás acá cuidándome las bebidas y la plata de la caja”, dice que fue la única indicación que le dio Yamil Chabán, en el incendio del primero de mayo.

La cantidad de espectadores que concurrieron en la noche de la tragedia fue materia de comparación por el testigo, quien aseguró que la noche anterior “había entre 4500 y 5000 personas” y que el 30 “había, como mínimo, mil personas más”. El uso de pirotecnia en los recitales también estuvo presente en las preguntas de la fiscalía y las partes y el testigo sostuvo que su uso está prohibido pero “siempre escondidos en alguna parte se entran bengalas, petardos y esas cosas”.