Jueves, 5 de marzo de 2009 | Hoy
SOCIEDAD › PARANá, DONDE CAYERON 235 MILíMETROS DE AGUA, FUE LA MáS AFECTADA
Dos personas murieron electrocutadas en Santa Fe. En Entre Ríos cayó en un día casi el doble del promedio anual y hay cientos de evacuados. El temporal también afectó a Córdoba, Catamarca y San Juan. En Buenos Aires y el conurbano hubo anegamientos.
Dos muertos, cientos de evacuados, casas destruidas, árboles caídos y cultivos perdidos fueron el saldo del temporal que afectó a cinco provincias –el mayor rigor se sintió en Entre Ríos–, a la ciudad de Buenos Aires y el conurbano. Las víctimas fatales se registraron en Santa Fe, donde un hombre y su hijo se electrocutaron con un cable caído. También resultaron afectadas zonas de Córdoba, Catamarca y San Juan.
La situación se tornó particularmente crítica en Entre Ríos, que hasta ayer –y desde hacía más de un año– venía padeciendo una sequía intensa. El temporal afectó principalmente el centro-oeste de la provincia y la ciudad de Paraná, que registró 235 milímetros de agua caída en un día, cuando el promedio de todo marzo es de 130 milímetros. En algunas zonas de la provincia también hubo caída de granizo, anegamiento de viviendas y caída de árboles y postes. El registro de precipitaciones superó los 250 milímetros en algunas localidades. El gobierno provincial suspendió las clases durante dos días.
En la mañana, las direcciones provincial y municipal de Defensa Civil (DC), la policía y los bomberos se habían declarado “desbordados por los pedidos de auxilio”: de acuerdo con el intendente de Paraná, José Carlos Halle, a las 7 se habían recibo más de 300 llamados. “No faltará absolutamente nada” a los damnificados, aseguró el gobernador Sergio Urribarri, quien por la mañana presidió una reunión de trabajo con ministros provinciales, el intendente de Paraná y otros funcionarios. Urribarri se había contactado “muy temprano” con el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, desde donde le fue garantizada ayuda de urgencia.
También en la mañana, una docente que en pleno temporal viajaba en su auto hacia la escuela cayó al arroyo Las Tunas y fue rescatada por buzos de la policía provincial. El desborde de ese mismo arroyo hizo que fuera preciso “sacar gente que estaba casi a un metro y medio del agua”, declaró el director de Defensa Civil de Paraná. Se trató de una situación “sin antecedentes históricos, por lo que cualquier puente u obra de canalización no hubiera dado abasto”.
En Santa Fe, el temporal dejó alrededor de 140 evacuados en la capital provincial, y otros 80 en el municipio de Santo Tomé, separado de la ciudad capital por el río Salado, además de calles y rutas anegadas. En la ruta 11, a la altura del departamento San Jerónimo, el asfalto quedó totalmente cubierto. El intendente de Santa Fe, Mario Barletta, evaluó que aunque el total de agua caída “superó los 150 milímetros”, las estaciones de bombeo “han funcionado de acuerdo con lo planificado”.
En Córdoba, según informó el subsecretario de Defensa Civil de la provincia, Gustavo Caranta, “la mayoría de los ríos crecieron y arrasaron con los postes del tendido eléctrico y las comunicaciones”, lo que provocó “la interrupción de los transportes de pasajeros y la suspensión preventiva de las clases”. Temprano en la mañana, la oficina de DC había interrumpido preventivamente el paso en los vados del Suquía, el mismo río que había desbordado hasta inundar la avenida Costanera. Los trolebuses comenzaron a circular recién pasadas las 7 de la mañana, por prevención y porque parte de algunos recorridos resultaban intransitables. En localidades como Río Ceballos –donde una familia debió ser evacuada luego de que cayera el techo de su vivienda– y Salsipuedes, la persistencia de la lluvia llenó las calles de lodo y piedras desprendidas de las sierras.
En Villa Carlos Paz y Alta Gracia, las alteraciones habían comenzado el martes, con la crecida del arroyo Los Chorrillos, lo que obligó a evacuar a 25 personas. Otras localidades, como La Tordilla, 130 kilómetros al este de la capital provincial, veían llover por tercer día consecutivo, y había alrededor de cinco familias evacuadas. Auxiliar a los habitantes resultó arduo, porque la caída de agua fue excesiva y azotó el lugar luego de una “sequía histórica”, dijo el intendente José Ciancia, quien señaló las difíciles condiciones de evacuación: “Estamos tratando de que las camionetas no circulen para que la oleada no entre en las casas”.
En Catamarca, viviendas y cultivos estacionales de los departamentos Santa Rosa y Capayán resultaron seriamente dañados. En el primero de ellos, como consecuencia de los desmontes, el agua salió de sus cauces naturales y avanzó por calles e inundó viviendas. Voceros de Defensa Civil indicaron que el temporal afectó sembradíos, cultivos estacionales y plantaciones de olivos y vid, donde se estiman pérdidas del 60 por ciento. En tanto, unas 20 familias fueron evacuadas en Astica, al este de San Juan, a raíz de la crecida de ríos y el corte de algunos caminos.
En la ciudad de Buenos Aires, el temporal provocó la caída de seis árboles. Los barrios más afectados fueron Saavedra, Parque Avellaneda, Mataderos y las cercanías de la Reserva Ecológica. Hubo que apuntalar un balcón y dos medianeras.
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