En un enfrentamiento a tiros ocurrido en la localidad de Olmos, en las afueras de La Plata, fue asesinado el subteniente de la Policía Bonaerense Miguel Angel Martínez, quien se encontraba solo en el interior de un patrullero. Martínez, junto con otros dos agentes que iban en otro móvil policial, había concurrido al lugar a las 3 de ayer, como apoyo de sus compañeros, luego de que se reportara al 911 que en una casaquinta estaba ocurriendo un robo en ese momento. Martínez es el cuarto agente de la Bonaerense que fue asesinado en apenas 24 días. “Hoy es un día triste, es una prueba más de entrega de la policía por el prójimo, otro servidor público ha dado su vida”, declaró el ministro de Seguridad, Carlos Stornelli, en referencia a la muerte de Martínez. El titular de la fuerza, Juan Carlos Paggi, dijo sentirse “muy mal, como hombre y como jefe de la institución” por lo ocurrido, a la vez que opinó que existe “un desprecio por la vida muy grande” por parte de la delincuencia.

Stornelli, que habló en un acto de entrega de motos policiales realizado en Tres de Febrero, sostuvo que “la policía no escapa a ninguna tragedia, la policía está al lado de los vecinos. Creo que cada sector de la sociedad debe mirarse a sí mismo y saber cuál es la parte que le toca en la construcción de la seguridad”. También habló el superintendente de Seguridad Sur, Mario Valente, quien aseguró que no puede “describir con palabras el nivel de salvajismo de esta gente”, en alusión a los que asesinaron a Martínez y que luego huyeron.

Valente informó que el subteniente Martínez “tenía chaleco antibalas, pero por el lugar que habría ingresado el disparo mortal es por el hueco de la zona del hombro”. Le pegaron dos balazos, uno en el omóplato y otro en el brazo. El enfrentamiento comenzó a las tres de la madrugada, cuando llamaron al 911 para alertar sobre un robo que estaba ocurriendo en una casa ubicada en las calles 217 y 40, de Olmos.

En la vivienda habían ingresado, con fines de robo, tres delincuentes armados. Luego de amenazar al dueño de casa y a su hijo, dos quinteros de nacionalidad boliviana de apellido Choque, les exigieron la entrega de dinero. Los asaltantes maniataron a las víctimas y revolvieron la casa en busca de objetos de valor. Como no encontraban nada, comenzaron a golpear al dueño de casa para que les indicara dónde estaba la plata.

El primer móvil policial llegó hasta el frente de la casa cuatro minutos después de haber recibido el llamado de auxilio. El otro patrullero, conducido por Martínez, se aproximó a la casa, pero por la parte de atrás. Ante la llegada de la policía, los delincuentes resolvieron escapar por los fondos de la quinta, donde se encontraba Martínez. Hubo un tiroteo y la camioneta policial cayó a un zanjón. Allí se cree que uno de los delincuentes se acercó hasta el móvil e hizo dos disparos a quemarropa que provocaron la muerte del policía.

Los ladrones lograron escapar, con dinero, teléfonos celulares, un reproductor de DVD y algunos electrodomésticos. En el camino perdieron una Play Station. También dejaron un arma de fuego que ahora será sometida a peritajes para determinar si es el arma homicida.