Las palabras tuvieron la ambigüedad que corresponde a un funcionario de primera línea hablando de temas electorales. Una ambigüedad necesaria, además, porque el propio interesado aún está evaluando el impacto de la crisis y la evolución del conflicto con las entidades del campo. El autor de las declaraciones fue el ministro del Interior, Florencio Randazzo. Y el centro de sus dichos fue Néstor Kirchner. “Sin lugar a dudas es un buen candidato. Fue el presidente más exitoso que tuvo la democracia en los últimos veinticinco años”, subrayó el ministro. La frase de Randazzo sumó un nuevo indicio a lo que ya es un secreto a voces dentro del kirchnerismo. Que Kirchner está muy cerca de aceptar la primera candidatura a diputado en la provincia de Buenos Aires. Su rutina de visitas al conurbano cada martes parece alimentar las expectativas. Y sus próximos movimientos, que implican una creciente exposición pública, alimentarán esos rumores. Su próxima aparición, seguramente muy comentada, será el miércoles 18 en el Teatro Argentino de La Plata para acompañar la presentación del proyecto de la nueva ley de Radiodifusión.

A pesar de que no suele asistir a los actos encabezados por su esposa, Kirchner ya adelantó que el miércoles 18 estará en el Teatro Argentino. Su presencia allí será una señal de la significación que el Gobierno piensa darle al debate para modificar la legislación que rige el funcionamiento de la corporación mediática. “Será la nueva madre de todas las batallas”, pronosticó a Página/12 un allegado al matrimonio Kirchner que tiene acceso privilegiado al secretario legal y técnico, Carlos Zannini, y al titular de la SIDE, Héctor Icazuriaga. Según la lectura de ese hombre del kirchnerismo, la puja con los multimedios por la aprobación de una nueva ley de Radiodifusión será una de las claves de la campaña. El otro eje del calendario electoral, que podría obligar a posicionarse a todos los sectores políticos, será la discusión entre las alternativas para atenuar el impacto de la crisis global y defender el nivel de actividad. Claro que la imprevisible negociación con la Mesa de Enlace también tendrá su lugar en la agenda previa a las elecciones.

Kirchner no estará solo en el acto del Teatro Argentino. En los últimos días habló con sus compañeros del consejo del PJ y los instruyó para que vayan a La Plata a escuchar a la Presidenta y al interventor del Comfer, Gabriel Mariotto. Ambos serán los oradores de la presentación del anteproyecto de ley de servicios de comunicación audiovisual. “Nos pidió que fuéramos todos”, contó a Página/12 un dirigente bonaerense que forma parte de la conducción justicialista. El santacruceño confió a sus allegados que el debate por la democratización de los medios será clave en la pulseada que el Gobierno dice estar viviendo con los sectores que quieren modificar el modelo económico y terminar con el ciclo K. “Esta pelea es por todo. Son ellos o nosotros. Vienen por el gobierno nacional, pero también por la provincia y los municipios”, comentó a este diario el dirigente bonaerense que tiene un alto cargo partidario.

Mientras Kirchner se prepara para ingresar en el tramo más convulsionado de la campaña –en la Rosada descuentan que la puja por la Radiodifusión condicionará la cobertura periodística de todos los temas–, los intendentes no dejan de medir la imagen que despierta el ex presidente en los tres cordones del conurbano. Los intendentes consultados coinciden en que Kirchner, sin haberse lanzado formalmente a la campaña y con un 20 por ciento de indecisos, sigue por arriba de los 30 puntos de intención de voto. “Es el mejor candidato, tiene que ser él”, dijo a Página/12 uno de los hombres del peronismo bonaerense que mejor conoce la opinión de los intendentes. El razonamiento de los caciques del PJ fue expuesto en los últimos días por el intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra. Titular de la Federación Argentina de Municipios (FAM), Pereyra se sumó al “operativo clamor” que reclama por la candidatura de Kirchner. Transmitió su mensaje a uno de los diputados más cercanos al santacruceño.

En el conurbano piden por él, sus funcionarios ni confirman ni descartan, pero Kirchner –por ahora– no dirá nada.