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Una mujer que mató a su marido de dos palazos en la cabeza con el fin de evitar que éste agrediera a su nuera fue sobreseída por la Justicia, que consideró que actuó en defensa propia y de terceros. El hecho ocurrió el 16 de octubre del año pasado en el barrio La Pampita de la ciudad de Mercedes, luego de que el hombre, alcoholizado, golpeara a su mujer, la estrangulara, le mordiera uno de los brazos y le dijera que iba a ir a agredir a la nuera, que vive en la casa de al lado.

Según informaron ayer fuentes judiciales, el juez de Garantías de Mercedes, Eugenio Lisciotto, la sobreseyó al establecer que quiso defender a su nuera y a ella misma por el constante estado de violencia familiar a la que el marido la sometía, y del que en alguna oportunidad también fue víctima su hijo. La mujer estaba acusada del delito de homicidio calificado por el vínculo, aunque desde el principio sostuvo que cuando agredió a su marido sólo buscó “defenderse por los golpes que había recibido y evitar” que su nuera fuera golpeada. Para ello, utilizó el mismo palo que su marido usó para amenazarla y lo golpeó dos veces. El hombre murió en forma inmediata.

El juez Lisciotto entendió que la actitud de la mujer “se presentó como la única posible de realizar de acuerdo a las características del hecho”. Además, en su fallo apuntó: “Téngase en cuenta, en sustento de tal aserto, que la víctima acostumbraba agredir a su esposa e hijo, fundamentalmente cuando se embriagaba, y lo hacía sin límites”. En su declaración ante la Justicia, la mujer aseguró que “desde siempre su esposo le pegaba” y que soportaba las agresiones para evitar que golpeara a sus hijos. Uno de ellos relató que su padre golpeaba a su madre con “palo, cuchillo, ollas, con lo que tenía a mano”.

“Esto sucedía sobre todo cuando se encontraba borracho”, dijo el chico. Incluso durante el juicio relató que en una oportunidad quiso defender a su madre de las agresiones y su papá le dio una puntada en el hombro derecho con una cuchilla. En ese marco, el examen físico que se le practicó a la mujer constató “cicatrices de antigua data, que acreditarían la preexistencia histórica de otros maltratos físicos”.

El clima de violencia que sufría esta familia también fue confirmado por la nuera de la mujer, allegados a la familia y vecinos que dijeron haberla visto con signos de violencia en su cuerpo.