[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

|Italia parece estar sumida en la peor de sus pesadillas. Tras el terremoto del jueves que segó la vida de 29 personas, entre ellos 26 niños de una guardería de San Giuliano di Puglia, y que dejó a 3.000 personas sin techo, ayer la tierra volvió a temblar en el sur del país. El temblor se debió a las réplicas del movimiento telúrico del jueves, aunque nadie en la región de Campobasso, unos 200 kilómetros al sudeste de Roma, parece sentir ya la seguridad de que pisa “tierra firme”.
Esta nueva sacudida se sintió hasta la región de Roma, Nápoles y los Abruzos, y fue de 5,3 grados en la escala de Richter, más leve que el de ayer (de 5,4 grados) aunque generó el mismo efecto de pánico entre la población que no acaba se salir de la pesadilla.
Ayer, en un municipio cercano a la capital regional de Campobasso se desplomó la torre de una iglesia, aunque no se registraron víctimas (foto). Diez personas resultaron heridas por cascotes de piedra, pero no de gravedad, y una mujer se fracturó una pierna.
Como medida preventiva, tras este segundo movimiento sísmico, la Protección Civil italiana ordenó a los 1200 habitantes de San Giuliano di Puglia que pasen esta noche fuera de sus casas, en tiendas de campaña. Según alertó un experto, “este tipo de réplicas pueden seguir produciéndose durante semanas”.
El sismo de hoy, según los expertos del Instituto de Geofísica de Roma, correspondería a la primera gran réplica directa del sismo del jueves. En San Giuliano di Puglia murieron 29 personas y 61 resultaron heridas a causa del sismo del jueves, según un primer balance de las autoridades difundido anoche.