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“Para ingresar a España, cualquier turista deberá contar con 30 euros diarios por día y por persona, con un mínimo de 300 euros o su equivalente en otra moneda y un pasaje de regreso en un plazo no mayor a los 90 días”, dice el comunicado. Finalmente, tras la seguidilla de argentinos expulsados de España, el Ministerio de Asuntos Exteriores de ese país informó ayer oficialmente cuáles son los requisitos que se les exigirán a los turistas argentinos para ingresar. La reglamentación puede terminar así con el manto de confusión que cubría todo el tema y que, según denuncias de las asociaciones de argentinos en España, era funcional al endurecimiento de la política migratoria del gobierno español hacia los argentinos tras la crisis económica.
En cumplimiento de la declaración conjunta firmada el último miércoles entre la Cancillería argentina y el gobierno español, el Ministerio de Relaciones Exteriores de España comunicó oficialmente los requisitos que los turistas deberán cumplir para ingresar en la península ibérica y cuáles son sus derechos en caso de ser rechazados en el aeropuerto.
Según el comunicado difundido por la embajada española en Buenos Aires, todo ciudadano argentino que quiera visitar suelo español “ya sea por turismo, negocios o para reencontrarse con familiares o amigos”, deberá contar con 30 euros diarios para su subsistencia, con un mínimo de 300 o su equivalente en otra divisa y un pasaje de retorno o con destino a un tercer país donde tenga asegurada su admisión, en un plazo que no supere los 90 días. Es importante resaltar que no se hace ninguna mención a que se deba contar con reservas de hotel ni con invitaciones de las personas a las que se va a visitar, ya que estos requisitos fueron muy usados el último mes por las autoridades migratorias españolas para impedir el ingreso de los argentinos.
Además, y de acuerdo con el tratado de Schengen que regula el tráfico de turistas en 13 de los 15 países de la Unión Europea, se autoriza el ingreso de extranjeros por un máximo de tres meses en un período de seis. Por lo tanto, ningún turista argentino podrá, cumplidos los 90 días, abandonar el espacio común y reingresar inmediatamente después, sino que deberá aguardarse un mínimo de tres meses para poder gozar de otro período de noventa días de permanencia. Se aclara también que todo aquel que quiera permanecer por más de tres meses deberá contar con un visado de residencia, que debe ser tramitado en el país de origen y siempre tendrá como condición la presentación de un contrato de trabajo.
En referencia a los derechos de las personas que son rechazadas en el aeropuerto, el gobierno español aclaró que podrá contar con un llamado al Consulado argentino en Madrid para que lo asesore legalmente sobre los pasos a seguir. Este párrafo fue especialmente pedido por la Cancillería argentina, ya que a los turistas rechazados en octubre pasado no se les permitió comunicarse con el Consulado y se los mantuvo aislados en la sala de los “inadmitidos” hasta que tomaron el avión que los llevó de nuevo a casa.
Por ello, esta comunicación fue recibida con alegría en las asociaciones de residentes argentinos en España, ya que puede servir para poner fin a la arbitrariedad con la que se estuvieron moviendo hasta ahora las autoridades migratorias españolas. Según las denuncias de estas asociaciones, los agentes, en Barajas “eligen el candidato a la inadmisión al voleo, sobre todo joven o por portación de cara” y le piden los más variados requisitos, desde los 30 euros diarios hasta una reserva del hotel, para dejarlos pasar. Incluso, en su momento, uno de los repatriados relató que le exigieron “2000 dólares y una invitación certificada ante escribano del amigo que lo iba a recibir”. Utilizando este procedimiento, en el transcurso de este año, alrededor de 100 argentinos fueron rechazados, 40 de ellos en el último mes.