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Cinco argentinos fueron detenidos ayer en España acusados de haber robado una joyería en marzo último. También, y según fuentes policiales de la ciudad de León, se les imputa integrar una banda que cometió varios asaltos similares en otras geografías ibéricas. En realidad, el supuesto modus operandi era realizar los atracos y, luego en Francia o Argentina, dividir las ganancias. La denominada “Operación Plata” para tratar de desbaratar la organización comenzó en junio de 2008, cuando se produjeron dos robos con características idénticas en Valencia, en los que se emplearon armas de fuego.

Las cinco detenciones fueron efectuadas ayer por la Policía Nacional de León, nordeste de España. La banda fue arrestada en la calle cuando preparaba otro asalto y tenía previsto regresar a la Argentina con el botín. El robo que se les imputa ocurrió el 26 de marzo último, cuando alrededor de las 10, minutos antes de que la joyería abriera al público, tres hombres amenazaron con una arma y maniataron al propietario del local.

Según el relato policial, los ladrones (argentinos) obligaron al hombre a subir al primer piso del negocio, situado sobre la Gran Vía de San Marcos (León), y en menos de cinco minutos sustrajeron todos los objetos de valor que se encontraban en las vitrinas y se dieron a la fuga. El propietario del local denunció el hecho a la policía y, pese a que no resultó herido, debió ser atendido por el shock nervioso que sufrió.

La policía de León aseguró que “tras realizar una campaña de asaltos en España (los integrantes de la banda) regresaban a su país cargados con el botín”. Entonces, la denominada “Operación Plata” fue un hecho: comenzó en junio de 2008, después de producirse dos robos en joyerías de Valencia.

Los investigadores determinaron la identidad de los supuestos autores y constataron que “su ámbito de actuación se extendía por toda la geografía española”. También determinaron que los asaltantes abandonaban España a través de Francia y luego regresaban a la Argentina.

En julio, la policía detectó la inminente llegada de los delincuentes a España nuevamente y una vez localizados en León, se estableció con exactitud el lugar donde se alojaban. Tras averiguar que la banda cometería un atraco en pocos días más, ya que habían hecho una reserva de joyas que supuestamente irían a retirar días después, la policía los halló en la ciudad costera de León.