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Un jurado del estado norteamericano de Kansas declaró ayer culpable de asesinato a Scott Roeder, quien confesó haber matado a un médico para impedir que llevara a cabo abortos. El dictamen acarrea una sentencia obligatoria de cadena perpetua, con la posibilidad de libertad condicional recién cuando el reo cumpla 25 años en prisión.

El jurado del tribunal de Wichita (Kansas) tardó tan sólo 37 minutos en las deliberaciones, tras lo cual suscribió la condena de asesinato premeditado en primer grado contra Roeder, de 51 años.

Su víctima fue George Tiller, un conocido médico abortista de Estados Unidos, a quien mató en mayo del año pasado con un disparo a quemarropa en la sien, en el vestíbulo de la Iglesia Luterana de la Reforma en Wichita, en el estado de Kansas.

Roeder testificó el jueves en el juicio, en un intento por parte de la defensa de convencer al juez de que permitiera declararlo culpable de homicidio justificado, un cargo que conlleva una condena menor, porque él creía que con la muerte de Tiller salvaba la vida de los fetos.

No obstante, el magistrado Warren Wilbert no aceptó esa argumentación, dado que las operaciones de la clínica de Tiller eran completamente legales y estaban autorizadas.

En su testimonio, Roeder afirmó que no se arrepentía de sus acciones y reconoció que había seguido las actividades de Tiller desde 1999. Declaró además que lo mató en la iglesia porque era el lugar donde el médico, que usaba un automóvil a prueba de balas, era más vulnerable.

Tiller, de 67 años, y su clínica, Women’s Health Care Services, habían sido objeto de agresiones y protestas durante décadas por parte de grupos antiabortistas. En 1993 fue herido en ambos brazos por Rachelle Shannon, quien cumple una pena de 20 años de cárcel por ese delito.

La clínica de Tiller era una de las pocas de Estados Unidos que realizaban abortos cuando el feto está en edad avanzada, en particular cuando se descubrían malformaciones en forma tardía.