Ya es la seguidilla de calor más larga de los últimos años, aseguran en el Servicio Metereológico Nacional. Ayer fue el noveno día en que las temperaturas máximas en el norte y el centro del país no bajan de los 30 grados. Y todavía queda más: la ola de calor no se agotará con la lluvia prevista para este fin de semana y permanecerá hasta el próximo miércoles o jueves, sofocando a los habitantes de la mayor parte del territorio. Sólo se salvan las provincias de Santa Cruz y Tierra del Fuego. La máxima expresión de esta ola ardiente, en la ciudad de Buenos Aires, se registró ayer, con una máxima de 34,1 y una sensación térmica de 38 grados. Sin embargo, en varios puntos del norte del país el pico superó los 40 grados. Según un especialista en climatología consultado por este diario, “si bien este fenómeno no es frecuente, no es nada extraordinario, ya que hace 30 o 40 años también teníamos olas de calor de varios días”.

Es el noveno día de calor intenso y agobiante en la ciudad, por lo cual ayer a las 19 se volvió a determinar el alerta naranja hasta hoy a la misma hora, cuando será actualizado. Esto implica incrementar las precauciones para evitar problemas de salud. Las recomendaciones para prevenir el golpe de calor incluyen una hidratación permanente, consumir comidas ligeras, evitar exponerse al sol y no hacer actividad física en el horario de mayor temperatura.

En la Ciudad de Buenos Aires, la temperatura máxima se registró ayer a las 16, con 34,1, pero no fue la más elevada en lo que va del año ya que el pasado 10 de enero se apuntó 34,4 grados. Las localidades bonaerenses que ayer más marcaron en el termómetro fueron Bolívar, con 35,3 grados, y Olavarría, con 35,1, informó a Página/12 la difusora de turno del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), Ana Gómez. No obstante, hubo puntos del país donde la temperatura superó los 40 grados, como en la ciudad de Las Lomitas, en el centro de Formosa, o en La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero y en la región norte de Córdoba.

“La ola de calor persistirá hasta la semana que viene, miércoles o jueves, porque la masa de aire cálido y húmedo continuará hasta esos días aproximadamente, afectando a todo el norte y centro del territorio”, explicó Gómez. Así, las lluvias que se esperan en la ciudad y alrededores para la noche de hoy y la mañana del domingo no alcanzarán para aplacar el calor, ya que sólo habrá “un descenso temporario en la temperatura”, afirmó la meteoróloga, que anticipó máximas de alrededor de 33 grados para el fin de semana y el lunes.

“De los 700 auxilios que realizó ayer el Servicio de Atención Médica de Emergencia (SAME), 56 fueron por causas relacionadas a las altas temperaturas y su persistencia en los días. De ese total se atendió a 36 mujeres y 20 hombres. Se registraron mayormente casos de lipotimia o hipertensión arterial”, informó a este diario el titular de ese organismo, Alberto Crescenti.

En estos casos de temperaturas extremas es prudente ajustarse a las medidas de prevención para evitar los golpes de calor, en especial en los bebés y las personas mayores de 65 años o con enfermedades crónicas. “En casos extremos, el golpe de calor puede producir fallas multiorgánicas: hepáticas, urológicas o a nivel neurológico, que pueden llegar a un coma”, informó el titular del SAME. Sin embargo, “es una etapa muy posterior que se puede evitar tomando todos los recaudos. No se debe agravar ni subestimar” la situación, aclaró.

Para Vicente Barrios, especialista en climatología y calentamiento global, este período extendido de calor “no es nada extraordinario y no puede ser atribuido a un episodio relacionado con el cambio climático, ya que para que eso suceda se debe repetir con cierta frecuencia”. Además, aclaró que “nunca un caso aislado puede relacionarse con un cambio en el clima. Años atrás ya hemos tenido períodos calurosos de diez o quince días”. Algo distinto ocurre con “las intensas tormentas y lluvias en la región, o con el aumento de la temperatura en la Patagonia. Esos son dos elementos que sí pueden ser atribuidos al cambio climático porque hace tiempo que se vienen registrando con frecuencia”, ejemplificó.

La provincia de Córdoba también fue afectada por el sofocante calor. Allí se aguardan con ansiedad las lluvias para superar el déficit hídrico que determina escasez de agua potable en varias localidades del interior cordobés. En Santa Rosa, La Pampa, la población vivió ayer una nueva jornada de intenso calor, similar a la del viernes pasado cuando la temperatura trepó los 41 grados, lo que obligó a organismos oficiales como la Casa de Gobierno y la Municipalidad a suspender las actividades por la tarde. Mientras esta situación continúa tomando temperatura, el consumo de energía eléctrica y de agua bate records.

Informe: Rocío Ilama.