Martes, 23 de febrero de 2010 | Hoy
SOCIEDAD › CON LA MUERTE DE TADDEI, EL CASO QUEDARíA CALIFICADO COMO “HOMICIDIO CULPOSO”
En la Fiscalía admiten que “no hay mucho más para investigar”. Salvo el padre de la víctima, nadie en la familia duda de la versión del baterista de Callejeros: las quemaduras se habrían producido por accidente.
Por Emilio Ruchansky
En una mañana lluviosa, sin velatorio de por medio, los familiares de Wanda Taddei sepultaron ayer a la joven de 29 años en el cementerio de Flores. Salvo el padre de la víctima, nadie en la familia duda de la versión de su esposo, Eduardo Vázquez, baterista de Callejeros, que no concurrió al cementerio. Aún está pendiente la reconstrucción de la noche en que Taddei, tras una fuerte pelea con su marido, quedó prendida fuego y se quemó la mitad del cuerpo. “Desde lo judicial mucho más no puede hacerse”, reconocieron a Página/12 desde la fiscalía, cuyo titular, Martín Niklison, sentaría hoy, a pedido del juez, su postura sobre el pedido de nulidad de la causa, enviado días atrás por el abogado del músico, Martín Gutiérrez. Ya hubo un giro en la causa, que cerraría en un mes: ahora investigan si se trató de un “homicidio culposo”, o sea, no intencional.
Los restos mortales de Taddei llegaron a Flores desde la Morgue Judicial, donde se realizó una autopsia que se incorporó a la causa. Eran las 11 cuando un pequeño grupo de familiares y amigos siguió el coche fúnebre hasta la tumba, en medio de llantos y lamentos. Habían estado en vilo durante los once días que la joven pasó en el Instituto del Quemado, en coma farmacológico y con respiración asistida mecánicamente. Vázquez, con quien Taddei se casó el 26 de noviembre del año pasado, no asistió al entierro. Ayer se supo que estaba sedado, tras sufrir una crisis nerviosa al enterarse de la noticia.
Sin saberlo, el músico tuvo la oportunidad de despedirse de ella en la sala de terapia intensiva del Instituto del Quemado. No se le permitió entrar en el cuarto, así que la vio desde el vidrio de la puerta y siempre acompañado por su psiquiatra. El abogado del baterista contó que el músico le habló en voz alta a su esposa, le rogó que se recuperase y le “transmitió su amor”. Vázquez dejó el lugar alrededor de la una del domingo, Taddei falleció una hora después debido a una falla multiorgánica que derivó en un paro cardiorrespiratorio.
Las últimas pruebas que se incorporarán a la causa, antes de cerrar la investigación, serán la reconstrucción ordenada por el juez Eduardo Daffis Niklison y un careo entre la doctora Rossana Martínez Rodríguez y el oficial principal Martín Maldonado, por las diferencias entre lo que dijo la primera y lo que consignó el segundo en el acta policial. “La muerte de Taddei complicó todo, va a ser difícil tener mayores certezas sobre lo ocurrido”, dijeron ayer desde la fiscalía. Para la reconstrucción, afirmaron, se esperará un buen tiempo: “Vázquez es una persona que quedó afectada por todo esto, tenemos que ser prudentes”.
La versión de que declararían en la causa los dos hijos de la mujer, que dormían la noche del incidente, el 10 de febrero, en la casa del matrimonio en Mataderos, fue desechada en la fiscalía. Si bien uno de ellos se despertó al oír los gritos de la pelea, los investigadores dijeron ayer que “no parece necesario hacer declarar a dos niños que acaban de perder a su madre. Sería victimizarlos nuevamente para un trámite que no aportaría nada relevante a la investigación”.
Ayer, sobre el escritorio del fiscal Niklison estaba el pedido de nulidad del abogado de Vázquez, enviado antes de que el juez ordenara la libertad del músico, el viernes pasado, “por falta de mérito”. El fiscal deberá dar su parecer al respecto, tal como se lo pidió el magistrado de la causa. “Este pedido se basa, concretamente, en el mal procedimiento por el que se denunció el hecho, algo que se comprobó después, cuando hablamos con la médica y dijo que Taddei no había dicho que su marido la quiso matar, básicamente, porque nunca habló con ella”, explicaron fuentes muy cercanas al fiscal.
Más allá de esto, la Justicia seguirá investigando. Hay un médico del Instituto del Quemado, Dayler Zambrano, que todavía vacila. No recuerda si la víctima le dijo “Me quemé” o “Me quemó”. Claro que esta duda, por disposición legal, debe ser interpretada a favor de Vázquez. Sin embargo, no está claro cómo es que Taddei se quemó tanto. Esa noche, dijeron fuentes de la investigación, la mujer solo tenía puesta una bombacha. “Debió tener mucho alcohol en la piel como para haber tenido quemaduras tan graves, si es que su esposo la ayudó en ese momento”, dijeron.
Vázquez no está procesado, aunque sigue vinculado con la causa como “imputado”. En adelante, la investigación se orientará bajo la premisa de un eventual “homicidio culposo” porque las heridas que sufrió Taddei, aunque hayan sido accidentales, se produjeron en el marco de una situación violenta reconocida por el propio músico. Falta establecer un nexo causal
entre la discusión del matrimonio y las heridas que sufrieron después. Solo así el juez podría procesarlo o sobreseerlo. Habrá un cambio de carátula motivado por la muerte de Taddei, desaparecerá la palabra “tentativa” (de homicidio agravado por el vínculo) y quedará el hecho consumado, sea intencional o no.
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