Un grupo de cincuenta maestros porteños, acompañados por dirigentes de los gremios UTE-Ctera, Ademys y Sedeba, tomaron pacíficamente ayer el 9º piso del edificio del Ministerio de Educación de la ciudad, sobre Paseo Colón al 200. Se trata de los docentes que se quedarían sin sus cargos concursados por una resolución del gobierno porteño que refrendó el fugaz ministro Abel Posse, donde se ordenó el cierre de 82 cursos primarios en la ciudad. “Un grupo de docentes se va a quedar en vigilia hasta mañana (por hoy), cuando comience la paritaria”, dijo a Página/12 el secretario de Organización de UTE-Ctera, Guillermo Parodi. La administración macrista aseguró que no dará marcha atrás con la medida.

“Cuando fueron a tomar sus cargos por la mañana, los 82 docentes se encontraron que los directivos los recibieron con la resolución de Posse en la mano”, contó Parodi. A partir del rechazo sufrido por la mañana, los maestros se dirigieron a la junta de clasificación y de allí al Ministerio de Educación para exigir que se derogue la resolución que les impide comenzar a trabajar. Al no recibir ninguna respuesta de parte del gobierno local, decidieron ocupar el 9º piso hasta que los funcionarios del ministerio les ofrecieran una respuesta favorable a su pedido. Un grupo más reducido decidió finalmente también pasar allí la noche para esperar la paritaria que se realizará hoy.

La resolución firmada por Posse en su paso por la cartera de Educación porteña –debió renunciar víctima de sus propios dichos, tras alabar a la dictadura militar y generar el masivo rechazo de sectores de la sociedad y la cultura– planteaba que los grados que tuvieran menos de 20 alumnos se dieran de baja y se fusionaran con otros cursos. La fundamentación se basaba en que en algunas escuelas “de la zona norte hay cursos que tienen cinco o siete alumnos”, según informaron desde el ministerio. Pero la resolución –que el anterior titular de Educación, Mariano Narodowski, se había negado a firmar– fue puesta en vigencia mientras se sustanciaban los concursos de titularización de esos mismos cargos docentes. La UTE-Ctera realizó una denuncia pública de la situación y, a su vez, presentó un amparo en la Justicia.

“Macri maneja un criterio de caja. Dice que defiende la escuela pública y cierra cursos cuando en realidad está claro que hacen falta más escuelas en la ciudad”, dijo el secretario de Ademys, Manuel Gutiérrez.

Cuando los docentes se acomodaron en el edificio de Educación, los funcionarios se vieron sorprendidos. Luego de enterarse de los motivos de la protesta, el subsecretario de Educación, Andrés Ibarra, “informó que no se iba a dar marcha atrás con la medida y por eso se tomó la decisión de quedarse a pasar la noche a esperar la paritaria”, contó Parodi. Hasta el lugar del conflicto se acercaron los legisladores de Proyecto Sur Fabio Basteiro y Laura García Tuñón, para llevar su adhesión al reclamo.

En el primer encuentro paritario, el viernes pasado, los gremios ya le habían planteado al titular de la cartera educativa, Esteban Bullrich, la exigencia de la derogación de la resolución. Allí, la mayoría de los diecisiete sindicatos docentes de la Capital se pronunciaron en contra del documento firmado por Posse, y Bullrich respondió que el gobierno iba a “estudiar caso por caso”. Hoy, a las 9.30, se reunirán ambas partes para retomar la complicada negociación salarial. Pero se encontrarán con un nuevo problema sobre la mesa.