Recién había terminado de violarla, cuando puso su borceguí sobre el cuello de la víctima, una joven de 14 años, e intentó ahogarla. El violador escapó creyendo que la había matado, pero la mujer sobrevivió y consiguió que lo apresaran. Cuatro días después, el miércoles pasado, el hombre fue trasladado desde Apóstoles, Misiones, donde fue capturado, a sus pagos, en La Plata. Allí, según se logró establecer tras varios cotejos de ADN, se demostró que era el autor de la violación de ocho mujeres, una de las cuales fue asesinada: Sandra Ayala Gamboa. Según comentó su perseguidor, el fiscal platense Fernando Cartasegna, la estrategia del sospechoso era cambiar su modus operandi constantemente, por lo que los investigadores “pensaban que eran violadores distintos”. A algunas les ofrecía trabajo, a otras las perseguía en bicicleta y siempre se movía en distintas zonas de la capital provincial.

“El hombre tiene 33 años y es maestro mayor de obras. Pude traerlo gracias a un pedido de traslado de la jueza Marcela Garmendia y la verdad es que gracias a un convenio de la Procuración General de la Corte y la Suprema Corte de Justicia para cotejar ADN pudimos establecer que se trataba de la misma persona”, contó anoche Cartasegna a Página/12. La muestra de sangre se obtuvo casi por casualidad. El acusado había estado muy cerca del lugar donde actuó otro violador en enero de 2007 y fue demorado como sospechoso. “Por suerte le tomaron muestras en ese momento”, dijo el fiscal. Aunque aquella vez su ADN no coincidió con el del agresor, la muestra quedó en un registro y ahora fue cotejado con el de las otras víctimas.

La primera de las violaciones de este hombre también ocurrió en enero de 2007, en la calle 80, entre 120 y 121. Gracias a la muestras de sangre halladas en el lugar, la Asesoría Pericial de La Plata pudo comprobar hace unos días que pertenecían al acusado. Cuando los investigadores siguieron cotejando ese patrón de ADN con las evidencias recolectadas en otros hechos similares ocurridos en La Plata, siete resultados dieron positivo. “Fueron violaciones ocurridas entre 2005 y 2007, entre ellas la de Sandra Ayala Gamboa”, aseguró el fiscal.

Esta mujer, oriunda de Perú, apareció estrangulada en un baño de un edificio del Ministerio de Economía bonaerense en 2007, que por entonces estaba siendo refaccionado. El fiscal cree que el imputado “pudo haber tenido acceso al edificio por su vinculación con la construcción”. Ayala Gamboa fue vista con vida por última vez el 16 de febrero de 2007, cuando se dirigió junto a su amigo Walter Silva al edificio del Ministerio de Economía provincial, donde se entrevistaría con un hombre “de entre 25 y 37 años” que le daría un trabajo. Seis días después apareció el cadáver. “Por el grado de descomposición es difícil probar la violación, pero vamos a acusarlo de homicidio con varios agravantes, hay dos ciudadanos peruanos que van verlo en una rueda de reconocimiento”, adelantó Cartasegna.

La oferta laboral era una de las estrategias de este violador serial, que engañaba a sus víctimas diciendo que buscaba una niñera para que cuide a sus hijos, ya que su mujer estaba embarazada. Así contactaba a las jóvenes. Luego las llevaba a un descampado donde las sometía sexualmente y las abandonaba. Casi siempre las violaba analmente. Otra de sus estrategias era seguir a sus víctimas en bicicleta. “En un momento se habló del violador ‘de la bicicleta roja’ y luego de ‘la niñera’, aunque esta fiscalía considera que es el mismo hombre que cambiaba la forma de atacar a las víctimas”, indicó el fiscal.

El acusado se habría ido a Misiones por razones laborales. Su familia es platense, él vivía en la localidad de Los Hornos, donde una semana atrás el fiscal, junto a la policía, fue a buscarlo tras los primeros resultados de las pericias de ADN. Supieron que se había mudado a Apóstoles, donde a principios de enero, a bordo de una moto, interceptó a una joven de 14 años. Le dijo que necesitaba una niñera porque su mujer se había accidentado.