Los automovilistas y usuarios del transporte público que hoy se movilicen por las diecisiete cuadras de la avenida Santa Fe entre Anchorena y Borges, antes de las 11, podrán darle el último vistazo al sentido de circulación que mantiene desde hace 43 años. A partir de las 9 se interrumpirá el tránsito hacia el centro en los dos carriles de la izquierda que, dos horas después se convertirán en contracarriles hacia el Norte. En ese lapso, personal de Tránsito y Transporte del gobierno porteño dará los últimos retoques para la modificación, incluida en el Plan de Movilidad Sustentable del Ministerio de Desarrollo Urbano. Doce líneas de colectivos tendrán su ida y vuelta por la avenida con el objetivo de “reducir los tiempos de recorrido, ordenar el tránsito y bajar la contaminación sonora y del aire”, según la expectativa oficial. El plan de contracarriles continuará a mediados de año, con la extensión de la doble circulación en la avenida Jujuy, desde Belgrano hasta Amancio Alcorta.

Desde el martes pasado, las calles Güemes y Mansilla cambiaron de mano y van hacia el centro para empezar a adaptar al cambio a vecinos y automovilistas. Güemes (entre Godoy Cruz y Gallo) y Mansilla (entre Agüero y Larrea) constituyen ahora una vía auxiliar para los automóviles que se dirigen hacia el centro de la ciudad y permiten aliviar el impacto de 500 vehículos por hora que ya no podrán contar con los dos carriles perdidos para ir hacia la 9 de Julio.

Los automovilistas que elijan ese camino o tomen calles como Charcas, en dirección a Plaza Italia, tendrán una ventaja: no tendrán que lidiar en su recorrido con el humo, la luz de stop y los encontronazos verbales de taxistas o colectiveros. Es que la prioridad del doble carril es “ordenar el tránsito de ese tipo de vehículos y liberar las calles internas”, según indicó el director general de Transporte, Guillermo Krantzer a Página/12. Según un estudio realizado por el gobierno porteño en convenio con la Facultad de Arquitectura de UBA en la zona afectada, el 78 por ciento de los vecinos estaba de acuerdo con que los colectivos circulen por las avenidas.

Quienes eligen dejar su auto en el garaje o los que utilizan el taxi o las líneas de colectivos que pasan por la zona el cambio estará en el horario de regreso. Los colectivos que para dirigirse a Plaza Italia tomaban calles internas, desde hoy circularán por Santa Fe. Se trata de las líneas 12, 15, 29, 34, 36, 55, 57, 64, 68, 110, 111, 141, 152, 188 y 194. Para ayudar a los despistados, las antiguas paradas tendrán carteles indicando la nueva ubicación sobre la avenida. Según un estudio de simulación hecho por la Dirección de Transporte, el tiempo de recorrido se reducirá en un 20 por ciento, cerca de los seis minutos para ese tramo.

Todos estos cambios se darán entre Borges y Anchorena y para reducir la posibilidad de accidentes –algo que la oposición criticó cuando se hizo la modificación en Pueyrredón– unos 50 efectivos (por turno) de la policía de tránsito se apostarán a lo largo del tramo modificado.

Entre Anchorena y República Arabe Siria, los dos carriles que corren hacia el Norte son preferenciales para el transporte público, es decir que pueden circular automóviles particulares. Pero desde República Arabe Siria hasta Plaza Italia serán exclusivos para colectivos y taxis. Dentro de una semana serán multados los automovilistas que circulen por ese tramo. “Esta semana vamos a hacer un trabajo preventivo y de información. Pero lo que queremos evitar es que los autos carguen un nodo tan complicado como es Plaza Italia”, apuntó Krantzer.

Las multas no serán problema para los automovilistas que quieran utilizar los contracarriles en el resto del tramo, pero lo que esperan desde Transporte es que sólo lo usen los vecinos frentistas de Santa Fe, mientras que el resto comience a utilizar las calles internas.

Hay otras dos modificaciones clave. Desde hoy, la calle Borges cambiará de mano una cuadra, entre Santa Fe y Güemes; y en todo el tramo con doble circulación, por Santa Fe, no se podrá girar a la izquierda.