Ante el cerrado rechazo de la oposición en la Legislatura porteña, el macrismo buscaba anoche abrir caminos para destrabar el tratamiento de un proyecto para aumentar el impuesto a los Ingresos Brutos en la ciudad de Buenos Aires. En el ámbito legislativo, y también en el Ejecutivo, el oficialismo reconocía que hacia el final del día el diálogo sobre suba impositiva había quedado empantanado. Tan contundente fue la cerrazón creciente que al cierre de esta edición peligraba, inclusive, la sesión agendada para hoy.

De todas maneras, el macrismo de la ciudad intentará, al mediodía, convocar a una reunión de la Comisión de Labor Parlamentaria, para procurar avanzar, al menos, en la moderación del rechazo definitivo que los bloques opositores manifestaron al caer la tarde de ayer. Para aprobar su iniciativa, el PRO requiere contar con mayoría simple en el recinto. Eso significa que precisa granjearse el respaldo de por lo menos siete diputados extrapartidarios, cuyos votos deberían sumarse a los 24 representantes propios que permanecen en una Legislatura día a día más fragmentada.

La más contundente movida opositora de ayer sobrevino desde la Coalición Cívica, cuando el diputado nacional Adrián Pérez, en conferencia de prensa, repudió “el impuestazo” pretendido por el macrismo. “No es necesario aumentar Ingresos Brutos. La recaudación es mayor en por lo menos 1600 millones de pesos más de lo previsto originalmente. Ante esta circunstancia, nadie puede decir que le falta plata”, sostuvo el diputado. Desde el gobierno porteño, sin embargo, aseguraron que “desde el 1º de junio ya se empezó a aplicar un aumento en los sueldos de los municipales, que debe tener un financiamiento con el que hoy no cuentan. El fisco necesita de 1100 millones de pesos para pagar las subas salariales y de algún lado tienen que salir los recursos”.