Las tomas estudiantiles ya alcanzaron a veintidós escuelas porteñas y se extendieron también a más facultades de la Universidad de Buenos Aires. Y el conflicto educativo se agudizó ayer en la ciudad con la convocatoria a un paro docente de 48 horas, organizado por UTE (Ctera) y Ademys, para el miércoles y el jueves próximos (ver aparte). Mientras los alumnos secundarios mantienen la protesta en rechazo a las soluciones parciales ofrecidas por el Ministerio de Educación de la ciudad para los problemas de infraestructura, los universitarios se sumaron con reclamos puntuales relacionados con la vida interna de las facultades afectadas: Ciencias Sociales, Filosofía y Letras, Arquitectura e Ingeniería. Las autoridades educativas porteñas ratificaron que mantendrán reuniones con las comunidades de cada escuela por separado.

“El plan de obras que presentó el ministro para nuestro colegio es totalmente incompleto y no responde a los nueve puntos que planteamos”, dijo Ramiro, del centro de estudiantes del colegio Juan Esnaola. Para Trinidad, alumna de la Escuela de Cerámica, de Almagro, la propuesta que les hicieron “es una burla. Decidimos la toma porque nadie nos está escuchando y, además, en apoyo a las otras escuelas”.

Las tomas en rechazo a las políticas educativas del gobierno de Mauricio Macri alcanzaron ayer a dieciocho edificios, donde funcionan veintidós escuelas. Las propias autoridades de Educación de la Ciudad admitieron ayer que el número de instituciones afectadas se duplicó. Según informaron, a las escuelas Fernando Fader, Larroque, Lengüitas, María Claudia Falcone y los normales 1, 2, 5, 7 y 8, entre otras, se añadieron otros nueve colegios. Y hoy volverán a la toma los alumnos del Mariano Acosta. En ese contexto, la cartera de Esteban Bullrich confirmó su decisión de “continuar con las reuniones con las comunidades de las escuelas tomadas”, convocando a los directores, padres, alumnos y Consejos de Convivencia de cada colegio ocupado. Pero descartaron otra “cumbre” con alumnos.

En el ámbito de la UBA, continúan tomadas las tres sedes de la Facultad de Ciencias Sociales, mientras el martes a la noche se sumó Filosofía y Letras. Ayer se plegaron los estudiantes de Arquitectura e Ingeniería –sólo bloquearon el decanato–, y los de Psicología difundieron su adhesión. Fuera de la UBA, también está ocupado por alumnos el edificio del Instituto Universitario del Arte de la calle Yatay.

“El derrumbe edilicio no es exclusivo de la ciudad. Habría que invitar a Cristina (Kirchner) a que recorra las escuelas del Gran Buenos Aires, que están igual o peor que las que dependen de Macri”, disparó Alejandro Lipcovich (PO), copresidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires. Las tomas de facultades de la UBA tienen, en cada caso, razones diversas: en Sociales, además del reclamo edilicio, el centro estudiantil pide subsidios especiales; en Arquitectura hay un conflicto abierto por la falta de pago a docentes; en Filosofía hay también exigencias edilicias; y en Ingeniería los alumnos se oponen a un nuevo sistema de prácticas internas.

Ayer a la mañana, la FUBA encabezó una manifestación en el Rectorado de la UBA, donde sesionó el Consejo Superior. Y para el jueves 16 convoca a “una gran marcha estudiantil”, en un nuevo aniversario de La Noche de los Lápices. “Queremos que esa movilización, a la que acudirán representantes de otras provincias, sea el punto de partida para extender el conflicto por la falta de inversión en infraestructura a todo el país”, dijo Itaí Hagman (La Mella), el otro cotitular de la FUBA.