SOCIEDAD
Un sismo recorrió México desde el Pacífico hasta el Atlántico
El terremoto tuvo su epicentro en el Estado de Colima, donde varias zonas quedaron devastadas. Hay al menos 28 muertos y 160 heridos. En el DF también se sintió y hubo pánico general.
Por Juan Jesús Aznares *
Desde México
Un terremoto que alcanzó 7,6 grados en la escala de Richter sacudió, la noche del martes, el oeste y el centro de México y causó al menos 28 muertos y unos 160 heridos en las costas del Pacífico, y dejó a todo un Estado, el de Colima, sin electricidad. El gobierno decretó el estado de emergencia en las zonas devastadas. El pánico se adueñó de amplias zonas del Distrito Federal, aterradoramente unido en su memoria al terremoto del 19 de setiembre de 1985, que mató a más de 10.000 personas. La metrópoli, de 25 millones, se reponía ayer del susto mientras en la región centro occidental una réplica del sismo, de 5,8 grados, volvió a imponer el temor generalizado.
“Las lámparas de la sala se mecían de un lado a otro y una sillita que está en el comedor se arrastraba sobre el piso de madera”, detalló una vecina del barrio capitalino de Tlatelolco, que batió todas las marcas de velocidad en salir a la calle. “Todo tronaba, y antes de que algo pasara bajé las escaleras. Son cinco pisos y bajé en dos minutos.”
El temblor provocó apagones y balanceo de edificios y medio centenar de personas fueron atendidas con ataques de nervios. Cientos lloraban sin saber qué hacer en aceras y jardines y se negaban a volver a casa, según el recuento de los equipos de socorro. El epicentro se localizó 500 kilómetros al oeste de la capital mexicana, sobre el Pacífico y frente al balneario de Manzanillo, en el Estado de Colima. En esa población, algunos turistas desesperados saltaron desde los balcones de primeros y hasta segundos pisos. El mayor número de muertos se localizó en el centro de la capital del estado del mismo nombre, donde la mayor parte de sus 150.000 habitantes durmió al aire libre. Numerosas viviendas de desplomaron y las grietas de muchos edificios aconsejan su demolición, según los expertos. “No tenemos medicinas, no tenemos nada. Lo único que tenemos es puro teléfono”, dijo una voluntaria de la Cruz Roja. “Hay mucha gente histérica, o sea, están muy, muy asustados.”
Cortes de luz, interrupciones telefónicas, choques emocionales graves y algunos derrumbes menores fueron las consecuencias en el Distrito Federal. “No tenemos hasta este momento reporte de ninguna construcción que se hubiese desplomado ni ningún lesionado directo por el sismo”, informó el jefe policial de Ciudad de México, Marcelo Ebrard. Las avenidas de algunos barrios llegaron a colapsarse al detenerse el tráfico mientras duraron las trepidaciones y el pánico. El poderoso terremoto derrumbó decenas de casas y se sintió en 11 de los 31 estados de México.
El servicio sismológico nacional estableció la magnitud del sismo en 7,6 grados, pero el Servicio Geológico de Estados Unidos calculó que había sido de 7,8. “Debido a las dimensiones del terremoto y su escasa profundidad, prevemos daños importantes”, informó Butch Kinerney, vocero del Servicio Geológico norteamericano.
Las autoridades evalúan el castigo sufrido por el Estado de Colima, todavía sin electricidad ni teléfono ayer en buena parte de su territorio. Las imágenes de televisión de la capital del Estado exhibían montones de escombros de paredes derrumbadas y automóviles aplastados por ladrillos y cascotes. El movimiento atrapó a muchos dentro de ascensores.
Según las primeras estimaciones, los grandes edificios no parecían haber sufrido daños. Los afectados son construcciones viejas de mala calidad.
Las tareas de rescate están siendo realizadas en medio de las réplicas que generan el temor de que se produzca nuevamente otro movimiento como el de anoche, sobre todo luego de que poco después del mediodía uno de los sismos con epicentro en el mismo lugar del que causó el desastre alcanzara 5,8 grados en la escala de Richter. El presidente mexicano, Vicente Fox, recorrió la zona devastada por el terremoto y dijo que fue de “gran magnitud”, pero “afortunadamente las consecuencias no fueron de la gravedad que se hubiera esperado”. Del total de víctimas fatales, 25 corresponden al Estado de Colima, dos al de Jalisco y una al de Michoacán.