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Mientras Horacio Conzi sigue prófugo, uno de sus amigos y un cliente del restaurante Dallas aportaron a la Justicia una coartada que, de ser considerada creíble, serviría para refutar la acusación por homicidio que pesa sobre el empresario menemista. Según el amigo, Conzi estuvo con él desde las 21 del miércoles 15 hasta las 4.30 del jueves 16 de enero, hora aproximada en la que el prófugo habría asesinado a balazos a Marcos Echenone, de 22 años. La coartada, avalada por la declaración del cliente, tiene una contra: mientras el amigo dice que con Conzi se fueron del boliche a las 4, un empleado del valet parking asegura que el imputado se fue antes de esa hora y solo. Ayer apareció la camioneta Gran Cherokee propiedad de Conzi. El vehículo le sumaría a Conzi un nuevo problema: en el lado derecho, según la policía, tiene muestras de un raspón similar al que se habría producido en el “toque” con el remise en el que viajaba la víctima. Cuatro testigos afirman que existió el roce entre los dos rodados y una pericia debe determinar si quedaron huellas en la Cherokee.
El amigo de Conzi, cuyo nombre se mantuvo en reserva, se presentó ayer a prestar declaración ante los fiscales Hernán Collantes y Mario Kohan, y aseguró que al empresario “le hicieron una cama para involucrarlo en el homicidio”. El testigo dio su versión sobre los movimientos del imputado en la madrugada del crimen. “Esta persona aseguró que el dueño de Dallas lo pasó a buscar por su casa, en Martínez, a las 21 del miércoles 15. Según el testigo, los dos se fueron al boliche, donde cenaron con otras personas y luego presenciaron el show que se hace los miércoles”, informó a Página/12 una fuente de la investigación.
Después del show vino el baile y de acuerdo con lo dicho por el testigo “tanto Conzi como él se quedaron en la fiesta y la siguieron hasta las cuatro de la mañana, cuando se fueron de Dallas hacia la casa de esta persona que prestó declaración”. De acuerdo con lo que pudo averiguar este diario, el amigo de Conzi le aseguró a los fiscales que esa noche “se fueron en la Gran Cherokee y el que manejó fue el testigo y no Conzi”, situación que llama la atención de los investigadores.
En el remise Ford Galaxy en el que iba Echenone también viajaban las dos chicas que aseguraron que fue Horacio Conzi el que disparó y que él iba al volante de la Cherokee. Ellas no vieron a otra persona. Con las chicas iban un amigo de Echenone y el remisero. El agresor hizo 14 disparos con una 9 milímetros. Como resultado del ataque murió Echenone y sufrieron heridas de bala las dos jóvenes y el chofer del remise, mientras que el otro chico salió ileso. A la versión del nuevo testigo se le opone la que dio en su momento uno de los empleados del boliche Dallas.
“El valet parking declaró que Horacio Conzi se fue antes de las cuatro de la mañana del jueves 16 y que estaba solo, sin ninguna compañía”, dijeron las fuentes. El amigo de Conzi, en cambio, sostuvo que se fueron a las 4, que tardaron 15 minutos en llegar de nuevo a su casa y que Horacio se quedó otros 15 minutos tomando un café. Esto haría suponer que era imposible que estuviera a las 4 de la madrugada disparándole a Echenone sobre la avenida Libertador, cerca del Colegio Marín, en Béccar. El testigo dio los nombres de otras personas que serán citadas a declarar. Uno de ellos lo hizo anoche y ratificó la versión del amigo.
Allegados a Conzi hicieron llegar a los fiscales la Gran Cherokee que estaba desaparecida como su dueño. Fuentes policiales dijeron que en el lateral derecho de la camioneta hay rastros de un raspón. “Parece una pequeña colisión que ha sido reparada de una manera precaria porque habría pasta de pulido”, un material que usan los talleres de chapa y pintura. Ahora se hará un peritaje para saber si el choque es reciente y si coincide con el impacto que relataron las chicas que iban en el remise. También habrá otra pericia sobre las dos pistolas 9 milímetros secuestradas en el domicilio de los hermanos Conzi. Una de ellas podría ser la utilizada en el ataque. La pericia balística estará a cargo de laDirección de Policía Científica de San Isidro y puede ser definitoria. Mientras tanto sigue sin conocerse el paradero de Conzi, cuya captura fue pedida a Interpol.