Los legisladores porteños aprobaron anoche una prórroga de un año de la ley que impide la demolición y protege a los edificios de la Ciudad que hayan sido construidos antes de 1941, en respuesta a los diversos reclamos de los vecinos para resguardar las construcciones con valor patrimonial. También, mediante otra batería de proyectos, dispusieron la protección de los edificios conocidos como La Cuadra y La Imprenta, en el barrio de Palermo, cuya demolición había sido aprobada por el Poder Ejecutivo de la Ciudad.

En la última sesión ordinaria, en la cual se trataron más de 150 proyectos, la Legislatura revalidó hasta el 31 de diciembre del 2011 de la norma que promueve la protección urbanística y la confección de un inventario completo del patrimonio arquitectónico de la Ciudad. Como este último objetivo no se cumplió, pese a que ya figuraba en la ley sancionada el año pasado, las organizaciones barriales impulsaron la prórroga, ya que muchos edificios aún corren el riesgo de ser demolidos.

De esta manera, se prevé la preservación preventiva de cerca de 90.000 edificios de la Ciudad, cuyos planos hayan sido registrados antes de 1941. La aprobación fue celebrada por las organizaciones barriales, que siguieron la sesión desde afuera de la Legislatura, debido a que se prohibió el ingreso del público al edificio.

“En los casi tres años que lleva de aplicación, el procedimiento condujo a la protección preventiva de cientos de edificios, muchos de los cuales ya fueron catalogados”, argumentó el legislador Sergio Abrevaya, autor del proyecto. Por su parte, el diputado Martín Hourest destacó “la voluntad de prorrogar la norma que permita proteger los ejemplos más valiosos de la arquitectura de Buenos Aires”.

En cuanto a los edificios de La Cuadra, en Jorge Newbery 1651, y La Imprenta, en Migueletes 860, se declaró su protección por sus “valores arquitectónicos, históricos, urbanísticos, sociales y culturales”, con lo cual se los preserva de una demolición, que ya estaba autorizada.

Otras leyes aprobadas protegen más de treinta inmuebles realizados por el arquitecto Alejandro Bustillo, en distintos barrios, y el edificio del ex Cine Gran Rivadavia, en Floresta.