Salir a la calle ayer resultó agobiante: el calor intenso recorrió la ciudad de Buenos Aires, el conurbano y gran parte del norte del país. La temperatura llegó a 35 grados y hoy ascenderá hasta 37 en el área metropolitana, donde el Servicio Metereológico Nacional (SMN) declaró el estado de “alerta amarillo”. Frente a las altas temperaturas, el Ministerio de Salud de la Nación recomendó “tomar mucha agua durante todo el día” y “evitar comidas abundantes”, entre otras, para evitar un golpe de calor. La máxima prevista para hoy es de 37 grados y para mañana de 33, con una disminución de la mínima a 18. Sin embargo, ese descenso no se mantendrá y el sábado, en Navidad, la máxima trepará a 34.

“Continuarán las temperaturas altas durante la semana”, adelantó el difusor de turno del SMN, Olver Boolsen. La ola de calor está definida tanto por temperaturas máximas altas como por las mínimas, las que deben ser superiores a los 20 grados durante varios días consecutivos. Además, precisó que “estamos en alerta amarilla” para la ciudad y alrededores y aclaró que “no hay que hacer psicosis, sino simplemente tomar medidas preventivas”. En ese sentido, fuentes médicas precisaron que “los menores de 5 años y los mayores de 65 son los grupos en los que deben extremarse las medidas para evitar el golpe de calor y la deshidratación”.

El Ministerio de Salud recomendó consumir alimentos frescos, evitar las bebidas alcohólicas, muy dulces y las infusiones calientes. Desde el servicio de Clínica Médica del Hospital de Clínicas, Paola Rama explicó que “la alimentación debe ser liviana: las frutas y verduras son buenas para esta parte del año, porque son en gran porcentaje agua”.

El ministerio también recomendó usar cremas de protección solar, de factor 15 o más; ropa suelta, de materiales delgados y de colores claros, no realizar ejercicios físicos en ambientes calurosos y evitar actos públicos o juegos en espacios cerrados sin ventilación. A los niños, se recomienda darle el pecho con más frecuencia; que beban agua fresca y segura; lugares frescos y ventilados; mojarles el cuerpo con agua fresca.

Según el SMN, el alerta amarillo implica un efecto “leve” sobre la mortalidad y se “requiere la toma de medidas preventivas”. Luis Rosso, gerente de servicio a la comunidad del SMN, explicó que según estudios, “cuando la temperatura sobrepasa los 32 grados durante varios días (sumado a mínimas alta y gran humedad) los valores de mortalidad aumentan”.