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El gobernador de Buenos Aires, Felipe Solá, denunció ayer ante la prensa que un juez federal de La Plata, a través de dos amparos, puso en emergencia el presupuesto provincial para trasplantes. En su fallo el juez obliga a la provincia a pagar 600 mil dólares para que se le realice a un niño de Mar del Plata un trasplante en EE.UU. cuando, según dijo el gobernador, en la Argentina se puede realizar a un costo mucho menor. “El fallo perjudicó a decenas de trasplantes”, señaló Solá.
El año pasado el juez federal Juan José Miralles dio curso a los amparos presentados por dos familias bonaerenses, para que el Estado se haga cargo del pago de dos trasplantes a realizarse en la ciudad de Seattle, Estados Unidos, y a un costo de 600 mil dólares cada uno. La provincia ya pagó el primero, el de una niña de apellido Di Bastiano, que fue intervenida quirúrgicamente el año pasado, pero ahora, antes de completar el pago del segundo, el de Patricio Richiardi, el gobernador Felipe Solá decidió apelar la medida ya que –dijo– ésta pone en riesgo todo el presupuesto de trasplante provincial.
“La cifra que se nos exige pagar es escandalosamente alta y no están los tiempos de la provincia ni de la Argentina como para que este tipo de decisiones no tengan una respuesta basada en la información de acuerdo a las posibilidades de Argentina”, dijo visiblemente molesto el gobernador, quien defendió la posibilidad de que el trasplante se haga en la provincia a un costo cercano a los 40 mil dólares.
A continuación, el titular de la Obra Social Provincial (IOMA), Javier Mazza, remarcó que en lo dos últimos años se realizaron en la provincia 96 operaciones similares a las que necesita Richiardi, a un costo 14 veces menor que el pedido en los Estados Unidos. “Los resultados de Argentina, en este tema, son muy buenos y se certifican en los mismos centros internacionales que lo hace la clínica de Seattle”, afirmó Mazza.