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Un mecánico aeronáutico de nacionalidad venezolana que en once meses había violado a diez mujeres, entre ellas dos menores de edad, fue condenado anteanoche a 37 años y medio de prisión, una sentencia máxima si se considera que el tope previsto por el Código Penal para el delito de violación es de 15 años.
Los camaristas Fernando Ramírez, Luis García y Luis María Cabral encontraron a Johan Alfredo Pino Torres, un hombre de 31 años nacido en Caracas, culpable de una decena de ataques sexuales, robos y privaciones ilegales de la libertad sobre mujeres jóvenes en los barrios porteños de Belgrano, Palermo y Barrio Norte. La serie de ataques se produjo entre el 27 de marzo de 2001 y el 15 de febrero de 2002, cuando Pino Torres fue detenido luego de que una de sus víctimas lo reconociera en la calle.
Por el relato de las mujeres atacadas, se pudo establecer que el violador serial utilizó una metodología similar en todos los casos: elegía a su víctima, la tomaba del brazo y la amenazaba para que fingiera ser su pareja mientras las llevaba adonde quería y las obligaba a mantener sexo oral o directamente las violaba. Además, se estableció que Torres solía llevar a sus víctimas a los mismos lugares, entre ellos los jardines de la Biblioteca Nacional, de la Universided de Belgrano y el interior del shopping Patio Bullrich, donde violó a más de una mujer detrás de unos cortinados del cuarto piso.
Después de violarlas, el hombre les sacaba el dinero y los objetos de valor que llevaban y luego las abandonaba en la calle. Cuando las mujeres no llevaban dinero, las obligaba a recorrer cajeros automáticos para extraer dinero o las llevaba a algún negocio de electrodomésticos y les hacía comprar televisores o equipos de música que luego se llevaba a su casa. Además, durante el juicio –en el que declararon alrededor de cincuenta testigos–, se acreditó que Torres elegía a sus víctimas, generalmente mujeres jóvenes, en zonas habitadas por familias de alto nivel adquisitivo.
Anteanoche, el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 9 resolvió aplicar la pena de 37 años y seis meses de prisión pedida por el fiscal del juicio, Diego Nicholson, quien aludió a que los “hechos merecen estas sanciones” por la “extrema gravedad” de la conducta de Pino Torres.